viernes, 30 de noviembre de 2018

¿Qué necesita Andalucía?

Andalucía tiene plomos en las alas y no por culpa de los andaluces. Andalucía lleva más de 30 años mal, con grandes tasas de paro y desigualdad, y una deteriorada sanidad y educación, menos mal que el clima y nuestro ánimo hace que nos sintamos relativamente bien. Pero, ¿Qué hacer? Primero veamos las cifras, los datos reales:
El Producto Interior Bruto (PIB) andaluz en 2017 alcanzó la cifra de 155.000 millones de euros: Representa el 13,3% de la economía española, pero la población de Andalucía es del 18,8%. El PIB necesitó 40 trimestres para volver a los niveles de 2008, España 30 trimestres. El PIB por habitante está en 25.000 euros de media y cae en Andalucía a 18.470 euros.
La tasa de paro de Andalucía es del 22,85%, la de España es del 14,55%. De ese casi 23% de paro, el 46% es paro juvenil, cuando la media nacional es del 33%. En Andalucía hay 800.000 desempleados y más de 300.000 hogares andaluces tienen a todos sus miembros en paro.
Andalucía ha recibido unos 100.000 millones de fondos europeos, pero la convergencia con el resto del país no llega, demostrando que ni la financiación europea ha logrado que Andalucía supere las barreras que la separan del resto del país. Y esto sucede debido a la diferencia estructural de paro que impide que podamos converger y crecer, y además porque la mayor parte de los fondos europeos son gestionados por el Estado -agricultura-.
Otro de los agujeros negros está en las aulas. Un informe del INE cifra en el 23% el número de jóvenes que dejaron de estudiar el año pasado después de cursar la enseñanza obligatoria. El tiempo de formación reglada en Andalucía es de los menores de España, así como el gasto en educación. Por eso, cuando se producen recortes en Andalucía, la educación es el sector más débil y el que más lo nota. La tasa de abandono escolar tiene un efecto cascada, y es un elemento negativo importante de nuestra economía.
Otra gran debilidad del tejido productivo andaluz es su mentalidad y tamaño. El 53% de las 500.137 empresas andaluzas no tienen ningún asalariado. Y solo 400 empresas superan los 200 empleados. Esto tiene sus consecuencias en los diferenciales de renta, empleo y paro. Las mayores exigencias administrativas y las penalizaciones fiscales por aumentar el tamaño de las empresas hacen que estas no crezcan lo que debieran. Y, sin embargo, se ha hecho en el polo aeroespacial de Sevilla o el parque tecnológico de Andalucía en Málaga con 630 sociedades instaladas. Esto demuestra que en Andalucía se puede, el cómo es el reto.
La Junta no debe continuar con las mismas políticas que durante más de 30 años no han servido para nada. El gobierno socialista andaluz siempre ha preferido la tranquilidad, limitándose a conseguir fondos y montar planes rurales, en vez de apostar por políticas industriales, pese a tener recursos suficientes. Los indicadores ponen de manifiesto que la financiación europea se ha utilizado para aumentar las dotaciones y fortalecer instituciones políticas y el clientelismo, más que para mejorar nuestra capacidad productiva. Y eso tiene sus consecuencias en los diferenciales de renta, empleo y  paro.
¿Por qué no remonta Andalucía? Pues, porque las zonas de menor crecimiento económico y con rentas más bajas tienen enormes dificultades para invertir la situación y aproximarse a las zonas más ricas. Para que una región como la nuestra se aproxime en un punto a la media española tiene que multiplicar al menos por dos la inversión de partida. En situaciones de partida como la andaluza se produce la sensación, desmoralizante, de que todos los esfuerzos son inútiles.
¿Qué necesita Andalucía? Andalucía necesita el revulsivo de un partido nuevo como Andalucía por Sí. El Partido de Andalucía. Un movimiento social que rompa con lo establecido, un poder político propio, un proyecto ilusionante, movilizador de las energías y los recursos de nuestra tierra, capaz de superar ese modelo económico subsidiado y dependiente, sustituyéndolo por otro firmemente comprometido con la defensa de los sectores populares andaluces, dinamizador de la economía, fomentador del emprendimiento, redistribuidor de la riqueza, defensor de los servicios públicos y generador de empleo y oportunidades, desde el máximo respeto a nuestro rico patrimonio medioambiental. Tenemos que dejar de conformarnos y pasar a ganar nuestro futuro. 

domingo, 6 de mayo de 2018

EL BREXIT Y EL CAMPO DE GIBRALTAR


Los miembros de la Comisión Mixta de diputados y senadores, encargada de la ponencia sobre el “brexit”, han completado esta semana su ronda de contactos en el Campo de Gibraltar para conocer las demandas y necesidades de la zona ante la decisión británica de abandonar la Unión Europea.

Representantes de dicha comisión han coincidido en considerar el “brexit” como una oportunidad para que se atiendan necesidades históricas de esta comarca y darle un impulso económico a través de distintas acciones. Los problemas de desarrollo del Campo de Gibraltar ya estaban ahí antes del “brexit” y el esfuerzo coordinado de las administraciones es ahora más necesario que nunca.

La portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Comisión Mixta de la Unión Europea, Concepción de Santa Ana, dijo al final de la visita que esta es “una zona importante para el Gobierno de España y siempre ha dejado claro que la prioridad son los ciudadanos, en especial los trabajadores transfronterizos, y garantizar sus derechos de cara al Brexit”.

¡Mentira! Otra reiterada contradicción entre lo que dice y hace el Gobierno del Partido Popular por esta Comarca, solo hay que ver los Presupuestos Generales del Estado o sus planes de infraestructuras o de inversiones para la zona. Es más, según la Moción presentada por el Grupo Parlamentario Popular en el Senado, la Comisión de Asuntos Exteriores instara al Gobierno a:
1.        Alcanzar un acuerdo bilateral con el Reino Unido en la aplicación del periodo transitorio (…), en los términos más favorables a los intereses españoles y en particular a los habitantes del Campo de Gibraltar.
2.        Acordar una gestión conjunta del aeropuerto en dicho periodo transitorio…
3.        Avanzar en un entendimiento bilateral con el Reino Unido sobre la reintegración territorial de Gibraltar y del istmo…
4.        Mantener una posición unitaria ante el Reino Unido de los 27 Estados Miembros (…), en interés de los objetivos señalados que incumben a España.
5.        Impulsar una posición unitaria dentro de España (…), que haga sostenible una política de Estado definida por encima de los cambios de Gobierno.

Sin entrar en el tema de la soberanía, que no me corresponde, dónde quedan los derechos de las personas (libertad de circulación, identidad, personalidad jurídica, derecho al trabajo), y la atención a los ciudadanos que viven en Gibraltar y qué pasa con el colectivo de trabajadores que tienen su empleo en La Roca, y que pueden quedarse en paro.

Es obvio que la moción plantea un “brexit” duro, pues, aunque habla de los intereses españoles de los habitantes del Campo de Gibraltar, en realidad, trata sobre soberanía y banderas. Y con las banderas, que yo sepa, no se come.

Esta Moción del Partido Popular fue aprobada en el Senado con el apoyo de PSOE y ERC y la abstención de Podemos, PDeCat y Compromis, que habían presentado otra moción reivindicando los derechos de los más de 300.000 británicos residentes en España e instando a los gobiernos de España y el Reino Unido a establecer un convenio para que estos ciudadanos pudieran optar por la doble nacionalidad una vez que se completara el “brexit”. Esta iniciativa fue rechazada por el PP, PSOE y la abstención de ERC, debido a que sólo se contempla la dobla nacionalidad con países que tienen una especial vinculación con España. ¿Y Gibraltar y los gibraltareños? ¿Qué pasa con ellos?  ¿No tienen vínculos con España?

Una vez más, los habitantes de un lado y otro de la Verja tendremos que aprender a sobrevivir como se hizo tras el cierre de la frontera con el franquismo. Pero debemos seguir planteando y reclamando un clima de entendimiento mutuo más allá de los impulsos nacionalistas que solo sirven para ocultar malas noticias. Y buscar relaciones de buena vecindad que generen riqueza y empleo, que beneficien a los ciudadanos campogibraltareños y gibraltareños al margen del contencioso sobre la soberanía. Porque con la Moción aprobada en el Senado les sobran razones a los gibraltareños para encerrarse de nuevo en la Roca. Se acabaron los sueños de Europa y de un Campo de Gibraltar en busca de su identidad. Ni quieren, ni nos dejan.

María José Jiménez Izquierdo

Concejal del Ayuntamiento de Algeciras


jueves, 8 de marzo de 2018

HOY #Huelga8M

El movimiento feminista ha convocado a la huelga para hoy Día Internacional de la Mujer bajo el lema: “Sin nosotras ni se produce ni se reproduce, sin nosotras se para el mundo”. Durante esta jornada se insta a las mujeres a no trabajar, no estudiar, no consumir, no realizar tareas domésticas, no cuidar…



Esta convocatoria se une a la campaña por una Huelga Internacional de Mujeres que está siendo impulsada por las feministas desde distintas partes del mundo y se espera que sea secundada por 177 países.

Esta huelga, que es de cuidados y de trabajo, está motivada por la involución de derechos que sufrimos las mujeres y los más vulnerables, que no sólo tiene que ver con la crisis, sino con la gestión de la crisis que hacen los gobiernos. El modelo económico impuesto se ha basado en una inversión mínima en gasto social, y ha generado más pobreza, más marginalidad, más inestabilidad en el empleo… y ha decretado la precariedad como condición económica y política. Sus consecuencias se hacen sentir por todas partes y afectan de lleno a nuestras vidas.

Pensemos en el aumento alarmante de la violencia de género y sexual, en la degradación y precarización del empleo femenino, en las tasas de paro femenino, en la degradación de servicios sociales, en la degradación de derechos civiles…¿hay motivos o no hay motivos para la huelga? La huelga abre un debate social sobre las contribuciones que hacemos las mujeres, grandes perjudicadas de la crisis del Estado de Bienestar, y su reconocimiento por la Sociedad, pues sin el trabajo informal que realizamos el sistema se desplomaría.