Susana Díaz se fue a Bruselas para entrevistarse, como jefa
del Ejecutivo andaluz, con Durao Barroso y con el comisario europeo de Política
Regional.
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, estará
hoy y mañana en Bruselas para mantener sendos encuentros con el presidente de
la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el comisario de Política
Regional, Johannes Hahn, con el objeto de abordar asuntos comunitarios con
repercusión en la comunidad autónoma. Esta es la segunda visita de la
presidenta andaluza a Bruselas. En su intervención ante el Pleno extraordinario
del Parlamento andaluz de la pasada semana, Díaz se refirió a la reunión con
Barroso apuntando que la voz de Andalucía "debe oírse en la capital
comunitaria fuerte y clara", porque son "muchos los intereses de
nuestra tierra a tratar allí".
El portavoz del Ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez,
indicó ayer que la presidenta acude a Bruselas con cuatro importantes temas
sobre la mesa después del "reparto arbitrario" de los fondos que ha
llevado a cabo el Ejecutivo español. Estos son el reparto de fondos europeos para
promoción de empleo juvenil, la conexión
ferroviaria al puerto de Algeciras, el reparto de fondos europeos y la
Política Agraria Común (PAC).
Esta visita era obligada si queremos que se resuelvan estos temas
tan importantes para el crecimiento y desarrollo de Andalucía, pues no solo se
está haciendo un reparto arbitrario por parte del Gobierno de los fondos
europeos, sino que también son arbitrarios y discriminatorios los presupuestos
nacionales para inversiones en infraestructuras ferroviarias o de carreteras,
que ahora también tienen que pasar por Bruselas.
En 1986 la consultora norteamericana Betchel entregó un informe a la Junta de Andalucía
donde ya decía “Entre los factores que son un obstáculo en el Campo de
Gibraltar para ser un lugar de comercio y progreso, el principal es la falta de unas infraestructuras adecuadas de
comunicaciones”. El informe Betchel centraba su valoración negativa en el
estrangulamiento de las comunicaciones terrestres, vía carretera o ferrocarril
del Campo de Gibraltar.
Transcurridos más de veinticinco años seguimos igual:
hablando, discutiendo, reclamando y no resolviendo problemas por la falta de
voluntad política para poner en valor esa renta de situación y esta zona
privilegiada que es el Campo de Gibraltar. Y es que las inversiones adecuadas
en infraestructuras permitirían el progreso, el desarrollo y la creación de
empleo demandada en esta zona.
Ya es hora de que los presupuestos del Estado Español
recojan las inversiones necesarias para la conexión del Puerto de Algeciras con
la red ferroviaria europea a través de la línea Algeciras-Bobadilla. Y que ésta
sea el enlace de una infraestructura clave como es la del Puerto de la Bahía
con los grandes ejes de desarrollo continental.
Además, así lo indicaba el comisario europeo de Transportes,
Siim Kallas, en una respuesta a la iniciativa presentada por el eurodiputado
español Willy Meyer. “El Reglamento sobre las orientaciones relativas a la red
transeuropeas de transporte, propuesto por la Comisión y aprobado el 19 de
noviembre de 2013 por el Parlamento Europeo, incluye la conexión
Algeciras-Bobadilla-Madrid tanto en el corredor Atlántico como en el
Mediterráneo. Esta conexión está plenamente en consonancia con la política de
la Red de Transportes Europeos (RTE), como pone de manifiesto la obligación de
que todos los puertos principales estén conectados a la RTE, al menos por
ferrocarril y carretera”.
El comisario también se ha comprometido asegurando que “en
el marco de los planes para los corredores, se determinarán las prioridades y
acciones específicas para la activación de los mismos. Esta conexión se incluye
reiteradamente en la lista preliminar de proyectos receptores de ayudas de la
Unión, que figura en el anexo I del Reglamento sobre el Mecanismo Conectar
Europa, que establece que las obras del Corredor Atlántico a su paso por
Andalucía, desde Algeciras hasta Madrid, empezarán antes de 2015 y deberán
finalizar en 2020”.
Así que la presidenta andaluza solo tiene que repetir en
Bruselas el dicho popular: “Blanco y en botella…” Y si no la entienden,
lanzarles el mensaje de que “el mundo está cambiando y es claro en el agua”,
pero también en el Puerto de Algeciras.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez