viernes, 31 de agosto de 2012

Un decreto incoherente, inmoral e injusto.

Los principios rectores que garantizaban la salud de todos en este país se perderán mañana. A primero de septiembre, con la entrada en vigor del decreto ley de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, se destruirá una de las señas de identidad de nuestra democracia. Al menos 150.000 extranjeros no comunitarios, que se hallan en situación irregular, verán sustancialmente limitado su acceso al sistema sanitario público, poniendo en riesgo el derecho constitucional a la protección de su salud. El citado decreto ley será legal, pero no moral. La medida no sólo acaba con la universalidad del sistema sanitario público, sino también con su gratuidad, porque está plagada de medidas incoherentes como cobrar a personas sin papeles y sin trabajo unas cantidades que están fuera de su alcance. Menos mal que, de estas vergonzosas medidas que afectan a la equidad y a la cohesión social, se salvan cuatro comunidades autónomas: Andalucía, Asturias, País Vasco y Canarias. Qué casualidad son comunidades que no están gobernadas por el PP, sino por la oposición. La Defensora del Pueblo ha anunciado que no recurrirá estas incoherentes, inmorales e injustas medidas, aunque la jurisprudencia del Tribunal Constitucional haya determinado que la protección a la salud es un derecho constitucional de los llamados de “configuración legal”, que pueden ser limitados pero no anulados en sus rasgos esenciales. La Defensora del Pueblo debería analizar y comprobar si ha habido una limitación excesiva y desproporcionada del derecho en el citado decreto del Gobierno, lo que implicaría su anulación de hecho. Aunque desgraciadamente no ocurrirá, porque la Defensora del Pueblo, como obediente militante del Partido Popular, hará lo que le mande su partido y no actuará como es su obligación defendiendo los derechos ciudadanos. Ahora, para mayor escarnio, en los medios de comunicación encontramos al diputado del PP, Rafael Hernando, invitando a los inmigrantes sin tarjeta sanitaria a volver a su país. Qué xenófobo. Qué irreal. Qué afrenta de los populares al sentido común, hacen desaparecer la tarjeta sanitaria creyendo que también desaparecerá el paciente o el enfermo inmigrante. ¡¡¡Qué barbaridad!!!
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

martes, 14 de agosto de 2012

Si la prima de riesgo bajara…

En el boletín informativo de este mes, el BCE considera que la moderación salarial en España ha sido muy limitada, sobre todo, porque la reforma laboral se aprobó más tarde de lo que ésta autoridad monetaria consideraba deseable. Además, aprecia que es “especialmente urgente” relajar más la protección del empleo, disminuir más los salarios y facilitar más los despidos. Pero, ¿todavía más? Todo ello justificado en la mejora de la competitividad. Es decir, o bien nos achinamos o bien esclavizamos a los trabajadores hasta la lucha final, como decía en un artículo reciente Miguel Ángel Aguilar. Por las explicitas declaraciones de las autoridades financieras alemanas o del BCE, está claro que éste actúa normalmente como lobby de la banca europea y muy especialmente de la alemana y de su Banco Central. El BCE no tiene entre sus competencias la tarea de fijar las políticas laborales, sino fundamentalmente evitar la inflación, recapitalizar los bancos y eliminar los altos costes de la deuda de los países miembros que ponen en riesgo el euro. Hasta el FMI se lo tiene que recordar, de hecho su último informe dice que la diferencia de 200 puntos en los tipos que está pagando España ahora responden a cuestiones ajenas a la política económica española, que más bien se deben a dudas sobre el euro y la construcción europea. Si valoramos esos 200 puntos básicos de la prima de riesgo a lo largo de toda la curva de intereses en los presupuestos de los años 2013 y 2014, suponen unos 4.500 millones menos de gastos por intereses en 2013 y unos 7.500 millones menos en 2014. Estos números están corroborados en el documento remitido el viernes 3 de agosto por el Gobierno de Mariano Rajoy a las autoridades de Bruselas para garantizar su compromiso con el ahorro del gasto. Está claro, pues, que las necesidades de ajuste fiscal en cada año del plan del Gobierno están relacionadas con la evolución de la prima de riesgo. Y si la prima de riesgo bajara… ya no tendríamos que hacer recortes en sanidad y educación. Ojalá. Dios lo quiera, porque los humanos no quieren o no pueden. Han convertido una democracia social y estatal de ciudadanos como la europea en una fachada de democracia sometida a los mercados. Por eso, hay que recuperar en el plano europeo la soberanía que “los mercados” hace tiempo nos robaron. Pero, para ello necesitamos que las poblaciones europeas aprendan que, en este momento, solo unidas pueden afirmar su modelo de sociedad apoyados en un Estado social y en la diversidad cultural de los Estados nacionales. Si queremos sobrevivir, es necesario e imprescindible un cambio de rumbo en la política europea. En este sentido, el 4 de Agosto en la prensa europea, dos influentes pensadores alemanes (Habermas y Nida-Rümelin) y un prestigioso economista (Peter Boginger) hicieron una propuesta cuestionando las estrategias actuales para salvar el euro. “Es el momento de ir más allá, de que los Estados cedan soberanía en pos de una verdadera unión política, instando a Alemania a llevar la iniciativa de decidir la convocatoria de una asamblea constituyente. Los europeos deben aunar sus fuerzas si quieren seguir siendo influyentes en la agenda de la política mundial y en la solución de los problemas globales. La renuncia a la unificación europea sería una despedida de la historia mundial”, afirmaban.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 13 de agosto de 2012

Y otra más de la herencia recibida.

En una entrevista en Horasur de la pasada semana, el alcalde de Algeciras, Ignacio Landaluce, como profesional de medicina justificó la situación de recortes del Gobierno comparándola con un enfermo: “este enfermo está como está porque el PSOE ocultó la enfermedad, equivocó el tratamiento, y se volvió a equivocar voluntariamente cuando cambió el médico, y el PSOE dio al PP datos erróneos sobre el tratamiento y el diagnóstico, y el enfermo está muy grave. Todo el que sea sensato debe estar preocupado, pero debe comprender que nosotros nos estamos ocupando y nos preocupamos”. Siento llevarle la contraria al señor alcalde y diputado, pero, “la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero”. Según las encuestas de estos días, la ciudadanía está convencida de que Rajoy no sabe realmente lo que está pasando y que vive en el desasosiego de unos acontecimientos que lo desbordan por completo. Rajoy había creído que con llegar al Gobierno bastaría para que volviera la calma a los mercados y la tranquilidad a la economía española. La realidad es que sigue a estertores -espero me acepte Landaluce este simil médico- las exigencias que le llegan de fuera, rehúye la complicidad de la oposición y de la propia sociedad, y se escuda en que no tiene libertad para decidir. Así que, el dato cierto es la existencia del enfermo, pero no hay médico que se responsabilice por lo que el desánimo crece cada día, aumenta sin cesar el número de ciudadanos angustiados, crece el descredito de la política y la democracia languidece. Y como sucede en las sociedades injustas, los verdaderos culpables de esta crisis se irán de rositas y, como siempre, pagará el pueblo.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 6 de agosto de 2012

El fin del poder, tal y como lo hemos conocido en el siglo anterior, será algo que definirá las principales tendencias del inicio de este siglo. Esto no significa que el poder vaya a desaparecer o que no haya dirigentes con inmensa capacidad para imponer su voluntad a otros. Sólo que el poder se ha hecho cada vez más dificil de ejercer y más facil de perder. Hoy, los que tienen el poder están más constreñidos en su uso que sus predecesores, como el Papa, el presidente de EE.UU. o China. Tomemos tres ejemplos significativos de estos días. Aunque, haya muchos más, pues estos me parecen paradigmáticos. La crisis de la Eurozona, las masacres en Siria o el calentamiento global. Nadie tiene el poder suficiente para deternerlos o resolverlos. Los tres siguen una larga carrera hacia el precipicio. Y no pasa nada. El problema es que hay muchos poderes en estas crisis del euro, la masacre siria y el calentamiento global, pero ninguno tiene el poder suficiente para imponer un rumbo diferente. Y así nos va.

miércoles, 1 de agosto de 2012

El efecto dominó.

Las operaciones a corto son prácticas financieras netamente especulativas. Se toman prestadas acciones durante un plazo, apostando a la baja, y una vez bajado el precio de la acción, se compra a un precio inferior al que se vendieron para devolvérselas al prestador con una comisión. Llevándose el especulador la diferencia conseguida. Esta práctica especulativa debería estar prohibida, no por seis meses como ha decretado el Gobierno español sino para siempre. Esta medida de suspensión de las operaciones a corto, junto al amago que hizo el jefe del BCE de que iba a comprar deuda española e italiana sin límites, ha hecho que se calmen los excitados mercados. Pero, ¿por qué no se hizo antes? Tenemos que estar al borde del abismo o en situaciones catastróficas para que se tomen medidas razonables en defensa de la deuda y del euro. El presidente de la Eurozona Jean-Claude Juncker, responsabilizó a Alemania del agravamiento de la crisis por tratar a la zona euro como una “filial”. Hasta el presidente Obama advirtió esta semana, que la economía estadounidense se está viendo muy afectada y sufriendo los efectos del agravamiento de la crisis en Europa. Urgió de nuevo a los líderes europeos a tomar medidas decisivas y así evitar el contagio a otras regiones del mundo de la situación desestabilizadora de la Eurozona. El secretario del Tesoro estadounidense, de gira por Europa, hacía también hincapié en la necesidad de aplicar las reformas acordadas en el último consejo europeo y aunar esfuerzos, a escala europea e internacional, a favor de una estabilización de las finanzas públicas y la reducción de los desequilibrios macroeconómicos. Pero, en Europa no estamos haciendo nada de lo que tenemos que hacer para preservar la moneda única, solo hacemos declaraciones para “comprar tiempo”. Así que, sin cambios fundamentales en el BCE y en las instituciones europeas, no se resolverá la crisis. La situación de España e Italia en los mercados sigue siendo muy difícil y vulnerable, con la prima de riesgo todavía por encima de los 500 puntos básicos y los bonos a diez años rozando el 7% de interés. Mientras estamos a la espera de que se ponga en marcha este jueves, día que se reúne la cúpula del BCE, algún mecanismo que permita aliviar la presión en el mercado de deuda soberana. Pero el riesgo de decepción por las exigencias alemanas es muy elevado. Si no hay alivio en la presión, España e Italia no podrán aguantar más y caerán. Y si caen estas dos importantes economías europeas, Alemania principal acreedora de ellas también caerá. Y con ella, Europa y después Estados Unidos, que no tendría por los problemas europeos solvencia para atender con su economía deprimida los intereses y vencimientos de su multimillonaria deuda con China.  Y al final todos calvos o todos muertos. Qué partida de irresponsables. 
Ángel Luis Jiménez Rodriguez