viernes, 29 de junio de 2012

La regeneración cívica e institucional.

La pasada semana no pudo ser más tormentosa y viajera para el presidente del Gobierno, estuvo en México, Brasil y Roma. Después, no hubo ni explicación ni comparecencia parlamentaria sobre las expectativas de este país tras esos encuentros. Ante esta situación, la ciudadanía ni está tranquila ni se siente respetada por Mariano Rajoy, sobre todo ante la incertidumbre que genera evitar el rescate duro. Hoy, se inició una cumbre de la Unión decisiva pero dolorosa, donde se quiere crear una nueva arquitectura europea basada en una unión bancaria, fiscal y política. Habrá más solidaridad a cambio de menos soberanía según el informe elaborado por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy. Aunque, desde que se inició la crisis,  esta es la cumbre número 24 con propuestas que no han solucionado nada. Por todo ello, es más necesario que nunca que a la vuelta de Bruselas el presidente del Gobierno haga una intervención en el pleno del Congreso explicando lo deliberado y acordado por los jefes de Estado y de Gobierno en esta cita. Es inevitable, obligada y urgente. La desastrosa comunicación entre Gobierno y ciudadanía no puede continuar por insuficiente, vacilante y oportunista. El verdadero problema de esta incomunicación es la falta de líderes y de liderazgos cuando ahora son más necesarios que nunca. Estamos huérfanos de liderazgo político, económico y social, precisamente en medio de la peor crisis que se recuerda. Pero es que tampoco las instituciones suplen esa falta de liderazgo de nuestros dirigentes. Una encuesta de Metroscopia para El País del pasado domingo, dice que el 62% de los ciudadanos considera que las instituciones no saben estar a la altura cuando más falta hace el amparo político. Ese desplome de la confianza institucional está acompañado por una masiva sensación de desprotección y desamparo, un 73%. Y es que ni las principales instituciones nacionales, ni la clase política en su conjunto están sabiendo transmitirles seguridad y sosiego a los ciudadanos. La democracia es un ejercicio recíproco de generosidad, solidaridad y justicia. Pero, las Instituciones que por su carácter altruista y protector deberían merecer una favorable evaluación ciudadana, están viendo seriamente mellado su crédito social. Por ejemplo, la justicia nunca había tenido una imagen ciudadana tan negativa como ahora, por no hablar de la Iglesia o la Corona. El deterioro es especialmente profundo y grave en la clase política. Ocho de cada diez españoles, según la encuesta, consideran que los políticos no están a la altura del momento actual, ni dan la talla que requiere las actuales circunstancias. Decía José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, sobre la citada encuesta que “cuando una sociedad empieza a decir que se siente desamparada, lo inaplazable es propiciar con urgencia su regeneración cívica e institucional”. Por ello, continuaba, “urge que una ciudadanía como la nuestra, por tantos puntos admirable, encuentre ejemplos en los que mirarse, líderes en los que reconocerse e instituciones de las que sentir amparo”.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

domingo, 24 de junio de 2012

La minicumbre de Roma.

La minicumbre que celebraron ayer en Roma los mandatarios de las cuatro principales economías del euro, Alemania, Francia, Italia y España, fue para aunar posiciones de cara al Consejo de Europeo de la semana próxima. En la reunión parece que se acordó iniciar un giro, aunque ligero en la política económica europea. Sin embargo, y como no, volvieron a hablar del saneamiento de las finanzas públicas a través de las severas políticas de austeridad. No sé cuándo se van a convencer y decir públicamente que esas políticas están totalmente fracasadas, pese a lo que diga la canciller Merkel. Menos mal que también se planteó una agenda de crecimiento que hará hincapié en dinamizar la economía como antídoto a la recesión y como paliativo de los sacrificios exigidos para ajustar los déficits. En esta agenda se plantea destinar el 1% del PIB a políticas de crecimiento con una inyección de 130.000 millones de euros al capital del Banco Europeo de Inversiones y avanzar en la creación de una tasa a las transacciones financieras -la famosa tasa Tobin revisada- aprobada ayer en la reunión del Ecofin, aunque no para todos los socios comunitarios. Sólo diez países han dado el primer paso, entre ellos los cuatro de la minicumbre. Y como se esperaba, con el no del Reino Unido. Pero esta agenda deja de nuevo para mejor ocasión la mutualización de la deuda en forma de eurobonos, que acaben de una vez por todas con el estigma diferencial de deuda entre socios europeos. Tampoco ha cerrado definitivamente el proceso de la unión bancaria europea con la creación de un Tesoro único. Ni se crea una agencia pública europea de calificación, ni regula este sector de agencias privadas en Europa. Y tampoco finaliza la unión fiscal, que evite disparidades entre estados de hasta el 15% en el impuesto de sociedades. Y sobre todo y lo más importante, no se  alcanza la unión política que haría virar en redondo definitivamente a los mercados. Todo esto requiere de una grandeza de miras de la que carecen los actuales líderes europeos con su resistencia a ceder soberanía. No sé si se salva alguno. Estamos en una situación crítica. En el G-20 de México, Obama y Christine Lagarde del FMI se lo han dicho muy claro a Ángela Merkel, están en contra y van de frente contra la gestión de la crisis que está haciendo Alemania, limitando la política de los socios europeos al máximo y la suya al mínimo. O se construye Europa de una vez o se hunde la economía mundial y con ella, por supuesto, la economía europea.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 23 de junio de 2012

CONTRISUR, una empresa con problemas.

Esta es la historia de una empresa del Campo de Gibraltar que ha estado a punto de caer por estar mal gestionada y cargada de deudas. La empresa es CONTRISUR y trabaja para las grandes empresas químicas del Campo de Gibraltar. En una huida hacia adelante y para resolver sus problemas económicos planteó un Expediente de Regulación de Empleo extintivo que afectaba a 175 trabajadores. El ERE no tenía ningún sentido, ni tenía justificación económica, laboral o social, sólo pretendía meter miedo a los trabajadores. Vivimos en la era del miedo, debido a la crisis. Algunos desaprensivos aprovechan la situación para sacar provecho. El miedo surge ante el temor de un futuro desconocido e incierto en todos los aspectos: laboral, económico y social. CONTRISUR, como la mayoría de las empresas de este país, soluciona sus problemas recortando los costes laborales. Esta forma simplista de solucionar problemas y seguir en la actividad para una empresa en quiebra técnica como CONTRISUR es un absurdo. Aunque cómo extrañarnos si el tan renombrado sistema financiero español estaba en manos de unos irresponsables, que ahora no se responsabilizan de nada, y al final, todos los españoles tenemos que pagar su rescate.  La alternativa al ERE era una reducción del 16% de los costes laborales. Esto llevó a los trabajadores a plantear una huelga. Y nunca una huelga estuvo más justificada en la defensa de los derechos de los trabajadores y la continuidad de una actividad productiva, si el empresario hubiera tenido la capacidad para cuadrar los números de sus balances. Las consecuencias de esta huelga hubieran sido imprevisibles para los trabajadores, para la actividad económica de la comarca y para el tejido social del Campo de Gibraltar con la nueva reforma laboral. Había soluciones, claro que las había, y las han puesto los trabajadores aceptando una reducción salarial media de más del 10%. El ahorro en costes laborales para CONTRISUR es de medio millón de euros/año. Una vez más una mala gestión empresarial la resuelven los trabajadores con voluntad de trabajar y solventado vía salarios parte de las deudas de un mal empresario. Espero que este acuerdo no sea sólo un alivio hacia un camino incierto que no lleve a ninguna parte. Porque ya no depende solo de los trabajadores, sino de CONTRISUR y de las empresas que la contratan.

Ángel Luis y María José Jiménez

lunes, 18 de junio de 2012

Salvad Valdevaqueros, porque España…

El alcalde de Tarifa, trasplantado de tantos partidos creo que para este expolio, nos sigue vendiendo “un desarrollo blando y un urbanismo moderno y actual” para Valdevaqueros. Vamos como lo que se ha hecho antes en Zahara, Los caños de la Meca, el Palmar, etc., un urbanismo vasto, cateto y corrompido. Así que la desconfianza va aumentando cada vez que abre la boca y más sabiendo que ese proyecto es el producto de uno más de esos sospechosos tándem de políticos y constructores que se hacen para explotar el valor añadido que la virginidad confiere a las construcciones enclavadas en espacios naturales. Ahora es el ministro de Medio Ambiente, el señorito jerezano Arias Cañete, quien crea más incertidumbre, sobre todo cuando apunta “espero que el plan de urbanismo sea de baja densidad y de cierta estética, pero es solo mi opinión y espero que sea así”. Y continúa “de todas formas este plan está muy lejos de la costa”. Por si no lo sabe el ministro, le recordaremos que está justo al otro lado de la carretera y entre dos parques naturales: el del Estrecho y el de Los Alcornocales. El mayor peligro para Valdevaqueros viene de ministros como éste, que pretende darnos el verano con la reforma de la Ley de Costas, que será estudiada en un Consejo de Ministros del mes de Julio. Dice que no busca beneficiar los proyectos polémicos, que solo prolongará las concesiones a las edificaciones en las playas, ilegales o no. España es un país en el que se puede construir un terreno no urbanizable de naturaleza protegida, declarar ilegal dicha edificación mediante sentencia judicial, y llegar después un ministro, preocupado por los propietarios que han edificado, y declararlo todo perfectamente legal. Increíble pero cierto. Estos comportamientos criminales son los que nos han llevado al rescate no solo de la banca mafiosa, sino posiblemente del país entero, y además sin responsables. Hoy lo dice The Economist y la prensa inglesa en general, “Los bonistas de Londres -los que compran los bonos de la deuda soberana- ya han tomado una decisión. Vamos inevitablemente a partir del lunes a la intervención total del Estado”. Y después se extrañan que nos indignemos los españoles. Este Gobierno no entiende nada. Cada día está más torpe. Y todavía Rajoy espera a Alemania, cuando está claro que no le conmueve este escenario, ni ningún otro que no sea el de sus intereses. El mensaje darwinista de Berlín es que hay que dejar que los mercados hagan el trabajo de limpieza en el ámbito nacional y expulsen del euro a los más débiles o incapaces. Su egoísmo y torpeza es total, no han aprendido nada de la historia. Pero qué remedio, siempre nos quedará la esperanza. Y aunque este Gobierno tenga voluntad para salvar la banca, pero no al Estado, espero salve Valdevaqueros, porque habrá oído o leído lo que decía el poeta alemán Hölderlin “donde está el peligro, allí nace también lo que salva de ese peligro”.  
María José y Ángel Luis Jiménez

sábado, 16 de junio de 2012

Reinventar la democracia.

El nacionalismo en el siglo XIX era una idea realista. Hoy es una idea imposible de vivir. Ya no vivimos solos y aislados del mundo. Ahora la manera de solucionar los problemas nacionales es relacionándolos con otros pueblos y naciones. Las decisiones ya no se toman a nivel nacional o europeo, sino a nivel mundial. En esta situación, hay que reinventar la democracia. Pensar que tipos de elementos de la democracia tradicional se pueden utilizar para que aquellos que toman las decisiones a nivel mundial sean responsables y estén controlados en todos los ámbitos. Si queremos tener un futuro democrático, estos planteamientos no son idealistas, sino realistas. Ahora los gobernantes que elegimos no mandan y los que mandan no los hemos elegido nosotros. La democracia está en peligro y nadie quiere reconocerlo. La democracia, la soberanía nacional y la soberanía financiera globalizada son incompatibles. Esto lo planteaba muy bien el economista de Harvard Dani Rodrik en su famoso Trilema, donde demostraba la incompatibilidad entre la democracia, la soberanía nacional y la globalización y sus poderes. Sostiene Rodrik que se puede limitar la democracia, sin tener en cuenta los trastornos económicos y sociales que la economía global y sus poderes económicos produce, se puede limitar la globalización, con la esperanza de reforzar la legitimidad democrática o se puede globalizar la democracia a costa de la soberanía nacional. Es decir, que podemos combinar cualesquiera dos de los tres, pero nunca las tres simultáneamente. Y es que la soberanía financiera encontró su fuerza en el hecho de estar globalizada, así que si la soberanía popular quiere ganar también capacidad tendrá que alcanzar espacios supranacionales. Además, se ha demostrado en estos meses que la arena política nacional y europea son inseparables y que lo que se dice y se hace en el ámbito nacional tiene repercusión inmediata fuera de nuestras fronteras. La respuesta para los europeos es la articulación política de Europa sobre una base federal. Aunque el problema está en las barreras nacionales imbatibles, pues pensamos como en el siglo XIX, a pesar de estar en el siglo XXI. Menos mal que podemos consolarnos, porque el Trilema sostiene que, en último extremo, la política vencerá sobre los poderes e intereses económicos. Ojala sea así, porque si no podemos encontrarnos con la quiebra económica del sistema, a la que le seguiría la quiebra política y la quiebra moral. Y al final todos calvos.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

viernes, 15 de junio de 2012

¿Dónde están los intelectuales europeos?

Decía en un poema Nicanor Parra, reciente premio Cervantes, que atravesamos tiempos calamitosos, imposibles de hablar sin incurrir en delitos de contradicción, imposible callar sin hacerse cómplice de los poderosos. Y eso parece que está ocurriendo con los intelectuales europeos en esta época de crisis, con su silencio se hacen cómplices de los poderosos. El profesor Jan Warner Müller decía estos días en la prensa alemana “los intelectuales europeos han fallado a la hora de defender los grandes logros de la construcción europea y (…) de denunciar el despilfarro de un gran legado de confianza mutua y entendimiento”. En todo el proceso de integración europea siempre han estado presentes las voces de los intelectuales, porque el debate no sólo era económico o del euro, sino político y moral. Por eso, seguía diciendo en su artículo el profesor Müller, “otra equivocación de los intelectuales es ignorar la profunda injusticia con que se está actuando en nombre de la austeridad y la rectitud fiscal”. En honor a la verdad hay que decir que son un puñado de intelectuales alemanes los que están avivando la llama del debate europeo en esta situación de crisis. En concreto, el nobel Gunter Gras y el filósofo Jürgen Habermas, que escribe continuamente sobre este tema en la prensa alemana y francesa. Hace unos días decía “cómo llaman federalismo ejecutivo al pacto fiscal y de austeridad impuesto por Merkel a sus socios europeos, que pretende transferir los imperativos de los mercados a los presupuestos nacionales sin ninguna legitimación democrática propia”. Y hace una semana, Soledad Gallego-Díaz se preguntaba en las páginas de El País, dónde estaban los intelectuales europeos en este debate. No entendía el silencio de las voces de los intelectuales franceses, italianos y españoles en defensa de la constitución europea. O de un modelo social y político diferente al de las dos grandes propuestas que existen en el mundo: la de Estados Unidos y la de China. Europa, hay que decirlo muy claro, no sólo defiende el orden democrático, la economía de mercado y el imperio de la ley, sino también un pacto social que no existe ni en Estados Unidos ni en China. Así que, si los intelectuales son incapaces de encabezar la defensa del modelo europeo, “vendrán más años malos y nos harán más ciegos a todos” como dice Sánchez Ferlosio, un intelectual español.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

miércoles, 13 de junio de 2012

Las “batallitas” del Alcalde de Algeciras.

La actitud prepotente de José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras y diputado nacional, es increíble. Después de un año como alcalde, se ha peleado con la Autoridad Portuaria y ha abandonado su consejo de administración, porque el sillón que tenía asignado era el peor sitio, el más alejado del Presidente -quería estar a la diestra del padre- y justo en la puerta de salida, según sus palabras a la prensa. Está enfrentado con la Junta de Andalucía por las VPO de Agustín Bálsamo y por otros temas que no voy a enumerar. Y se siente maltratado por Medio Ambiente de la Junta porque no se reúnen con él, lo que considera una ofensa y una humillación. Qué doble vara de medir usa este alcalde en su vida oficial. En este su primer año de gestión, su política municipal es no recibir ni reunirse con los vecinos de Algeciras. No tiene tiempo. Pero eso sí, se ofende cuando no lo reciben a él. Y hablando de humillaciones que les pregunten a los vecinos de Villa Estoril y otros colectivos vecinales que llevan meses detrás de él y de sus concejales para hablar sin resultado alguno. Esa actitud prepotente, por supuesto, no la practica con el Gobierno de la Nación, aunque es normal porque tendría que enfrentarse a su partido, el que lo ha puesto de alcalde y diputado. Un ejemplo de esa actitud sumisa la tenemos con los presupuestos generales del Estado para este año, donde sólo hay una pobre partida de doscientos mil euros para el corredor o acceso central en el tramo de ferrocarril de Algeciras-Almoraima. Acceso básico para el desarrollo del puerto, de la comarca, de Cádiz -de donde es diputado- y de Andalucía. Él sabe que con esto no hay ni para pipas. No importa, lo manda el partido. Sin embargo, sí aceptó en los mismos presupuestos una partida de mil doscientos millones de euros para el acceso europeo del mediterráneo -competidor directo del central-, en el tramo de Valencia-Alicante. A quién pretende engañar el señor Landaluce. A quién o a qué distrito electoral dice representar. Qué lo explique. Y, por favor, no más “batallitas” con los pescadores y Gibraltar. Porque son cortinas de humo y un intento de manipulación para que los algecireños y campogibraltareños no pensemos sobre los verdaderos y gravísimos problemas de nuestro entorno y nuestro país. No se puede tratar como ligero lo que es primordial y como grave lo que es secundario. Ese no ha sido, ni será nunca, un buen método para resolver problemas.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

martes, 12 de junio de 2012

Una democracia de partidos.

Los llamados “congresillos”, celebrados en estos días por el PSOE andaluz para elegir a los 580 delegados que acudirán al congreso regional de los primeros días de Julio en Almería, son la primera prueba superada por José Antonio Griñan para acometer “la reinvención del partido”. Hubo provincias como Almería donde concurrieron tres listas, que luchaban por cuotas de poder y no por las ideas, programas o proyectos de partido. En el congresillo de Cádiz, los militantes se pasaban de una lista a otra -oficial y critica- antes de la votación. A las comisiones de trabajo no acudían a debatir, todo era política de pasillo y de partido. El secretario provincial, Francisco González Cabaña, decía “que se habían comprado voluntades con puestos de trabajo”. Qué mal perder tienen los aparatos de los partidos, acostumbrados siempre a ganar. Los vencedores, por dos votos de diferencia, decían que por fin habían conseguido un triunfo en Cádiz sobre el aparato del partido. Sin embargo, no han ganado ni críticos ni oficialistas, ha perdido el partido. Después de este congreso provincial, el partido socialista de Cádiz ha quedado dividido en dos mitades de difícil unión durante mucho tiempo. Todo esto ayuda a reflexionar y profundizar sobre el funcionamiento de nuestro sistema político, incapaz, como se está viendo en la crisis, de asegurar un reparto equitativo de cargas y responsabilidades derivadas de ella. La falta de transparencia y el control generalizado de todo lo público se originan en la conversión del Estado derecho en un Estado de partidos. En este sistema, los actores principales no son los ciudadanos, sino los partidos y dentro de los partidos, no los militantes y las ideas, sino los aparatos. Hemos llegado a un punto en el que el único objetivo de la contienda política es la alternancia entre partidos para controlar bajo sus directrices los poderes, ejecutivo, legislativo y judicial en su funcionamiento diario. A nuestras instituciones, los partidos le han impuesto el reparto de puestos sobre la base de cuotas de poder y la ideologización de los procedimientos de tomas de decisiones. De esa manera, las instituciones más que servir a los ciudadanos se han puesto al servicio de los partidos. El domingo en El País, José  Ignacio Torreblanca, se preguntaba qué hacer. Pues, redefinir los límites de la política partidista. Al igual que redibujamos los límites del Estado del Bienestar, es imperativo volver a decidir quién hace qué y cómo. Garantizar que cada institución recupere su razón de ser democrática en un marco de transparencia y responsabilidad. Y rescatar, una a una, todas aquellas instituciones que viven asfixiadas bajo el peso sofocante de la política partidista.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 9 de junio de 2012

El código ético.

Hace unas semanas se eligió a la Reina de la Feria Real de Algeciras 2012 y a su corte de damas de honor, en una gala celebrada en una discoteca de nuestra localidad y a la que asistieron varios miembros del equipo de Gobierno municipal. La elección de la Reina se realizó tras un pase ante el Jurado al que siguió una entrevista personal y, como novedad para este año, un baile por sevillanas. No voy a comentar esta exhibición machista. Que las mujeres decidan libremente lo que quieran hacer. Sin embargo, eso no fue todo, aún había más. Al Ayuntamiento, como si no tuviera problemas que resolver, facturas que pagar y vecinos a los que atender, se le ha ocurrido para la feria de este año hacer algo muy de moda en el mundo empresarial: un código ético. ¿Para qué? No lo sé. ¿Quizás perpetuar los estereotipos de género? Pero si estamos en el siglo XXI, qué barbaridad. Este código “ético” establece el comportamiento de la reina y sus damas durante la feria de Junio. En él se especifica, según dicta la norma, cómo deben relacionarse y vestirse la reina y las damas de honor. Nada de pantalones cortos, nada de zapatillas deportivas y sobre todo, saber guardar las formas y la compostura en todo momento. Eso sí, deben mostrarse guapas, más que guapas, guapísimas. Y deben saber bailar sevillanas condición “sine quanon” para ser reina o dama. Ah, y por supuesto, lucir un paso garboso en el desfile de la coronación. El no va más. ¡Viva España y olé! Esto para el Partido Popular parece ser la esencia de la mujer, y la verdad, lo intuía pero nunca creí verlo por escrito. No sé si estoy en un bucle temporal o volviendo directamente al pasado, al régimen anterior, con aquellas normas anticuadas de la sección femenina. Al código ético algecireño sólo le falta la visión del ministro Gallardón sobre la mujer-mujer, buena mujer y mejor madre, pero no se preocupen que todo se andará, y en la primera revisión que se haga de la norma se incluirá. Es obvio que queda todavía mucha tarea para transformar la sociedad a partir de la transformación del sitio de la mujer en ella. Pero, ahora, se entiende mucho mejor el eslogan feminista “lo personal es político”, pues vemos la importancia radical que la experiencia personal de las mujeres desempeña como recurso para construir su futuro en libertad y remover todos los códigos, como este, que la dificulten.

viernes, 8 de junio de 2012

Las contradicciones de un mal Gobierno.

Las contradicciones del Gobierno de Rajoy son increíbles y su miopía fiscal aún más. El martes publicaron en el BOE las normas que desarrollan el decreto de amnistía fiscal por el que se permite a los evasores de capitales regularizar esos activos ocultos en el extranjero y sus beneficios, mediante un gravamen del 8%, si las empresas traen el dinero evadido antes del 31 de diciembre del 2012. Un día antes se informó oficialmente que, según las estadísticas de la balanza de pagos, España ha sufrido en el mes de marzo la mayor salida de dinero de la historia. Los inversores y ahorradores españoles y extranjeros sacaron de nuestro país 66.200 millones de euros. Sumados a los casi 31.000 millones que habían salido entre enero y febrero, en el conjunto del primer trimestre de 2012 se exiliaron 97.090,00 millones de euros –es decir, 12.350 euros por segundo- un volumen sin precedentes en ninguna época anterior. Y que continúa en Abril y Mayo, según los datos del Banco de España. Quién lo entiende. Y más si contrastamos este dato con el registrado en el primer trimestre del año anterior, cuyo saldo fue muy diferente, puesto que no salieron, sino que entraron casi 21.000 millones de euros. Eso sí, había otro Gobierno que no tenía la confianza y la credibilidad de los mercados que tiene ahora, según el PP, el Gobierno de Rajoy. Así nos va. Pero las contradicciones no terminan ahí, porque si miramos las medidas de este Gobierno sobre el sistema público de salud y los pagos que tendremos que realizar los ciudadanos por los medicamentos -incluidos pensionistas- para cumplir los objetivos del déficit, no entendemos las ayudas públicas multimillonarias que se están facilitando al sistema financiero y las indemnizaciones millonarias a quienes gestionaron irresponsablemente bancos y cajas mientras se concedían retribuciones fuera de todo sentido y lógica. ¿Es esto justo?. Este Gobierno aprueba todos los días con su mayoría absoluta una cantidad de medidas contradictorias, descontroladas y sin justificación. Y claro, así nos va. Podría seguir con muchas otras, aunque no sé cómo no se indigna la ciudadanía, que no tendrá más remedio que rebelarse contra este mal Gobierno. Empiezo a estar cansada de tanta mentira oficial.
Ángel Luis y María José Jiménez

sábado, 2 de junio de 2012

La política y los hechos.

En estos días, me ha llamado la atención las declaraciones del ministro Gallardón sobre el caso Dívar -malversación de fondos públicos-. Ha dicho que no se debe politizar el Poder Judicial, sin embardo, en esta institución hay una batalla política por el poder, que todavía no se ha acabado ni cerrado. Y también las declaraciones del señor Alonso, portavoz del PP en el Congreso, manifestando que no se debe politizar la bancarrota de Bankia, porque perjudica el sistema financiero. Pero lo más curioso es que hasta el presidente del BBVA entró en la polémica, señalando que lo de Bankia no es un problema de dinero, sino de política. La política, aunque muchos de estos políticos del PP no lo quieran admitir, es el medio para analizar la parte y el todo de unos hechos y así obtener experiencia y conocimientos que después podemos aplicar. Porque todo es política. Y, al mismo tiempo, nada es política.  No podemosa olvidar que los políticos: hombres y mujeres, partidos e ideas son los que hacen que la política exista. A Michel Foucault, historiador de las ideas, teórico social y filósofo francés, le preguntaron por qué le interesaba tanto la política. Su respuesta fue “Y por qué no me iba a interesar. Ciego y sordo tendría que estar para impedir mi interés por lo que probablemente sea el tema más crucial de nuestra existencia, esto es, la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas dentro de las que funcionamos y el sistema de poder que define las maneras, lo permitido y lo prohibido, de nuestra conducta”. Después de todo, la esencia de nuestra vida consiste en el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos y vivimos.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

viernes, 1 de junio de 2012

Los intelectuales y el 15-M.

Algunos intelectuales consagrados siguen criticando en sus escritos al 15-M por no tener líderes, sin embargo, esa es su gran virtud porque tienen una manera diferente de organizarse políticamente. El 15-M es un movimiento social que escucha lo que dice la calle y hace lo que impone la realidad, aunque no se parezca a la teoría de los intelectuales. Les recuerdo en broma a esos intelectuales críticos que Noé, el de la barca, no tenía brújula y se salvó dejándose llevar por el viento. Aquí lo que hace falta es gente joven o no tan joven, preparada, brillante, honrada y no contaminada por las malas artes de gran parte de la clase política, dispuesta a restituir la ilusión con la que nació nuestro sistema democrático en la Transición. Decía Elvira Lindo ayer en El País que hubo un tiempo, no tan lejano, en que creíamos en esto. Por eso, la recuperación de la ilusión por la democracia viene de la mano del 15-M, que hoy reclama la igualdad frente a la libertad, porque uno de los grandes problemas de nuestro sistema es que no soporta las diferencias, a los diferentes y la igualdad. De ahí la fuerza de la solidaridad, el compañerismo y la camaradería del 15-M, el respeto y el buen rollo como actitud sin distinción por sexo, raza, edad o clase. Debido a esa relación entre iguales, las redes sociales tienen gran relevancia para el movimiento por su horizontalidad. El 15-M es el rayo que no cesa, como decía el poeta. Y no desaparecerá mientras haya que luchar por lo básico en este país.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez