miércoles, 30 de mayo de 2012

Comecuras… y otras yerbas.

Menuda la que se ha formado con la propuesta socialista de que los Ayuntamientos, que están “caninos” con la crisis y sin ella, cobren el Impuesto de Bienes Inmuebles a la Iglesia, que es la segunda propietaria inmobiliaria del país después del Estado. Esta no es una idea original del PSOE, sino una iniciativa popular de Europa Laica que ha recogido el partido. Estos socialistas son -como dice la prensa canalla- unos comecuras o -como dice Juan Manuel de Prada en ABC- los diablos que están siempre detrás de la Cruz. La respuesta inmediata a dicha propuesta vino del PP, Rajoy dijo en la comparecencia del lunes que rechazaba totalmente pedir a la Iglesia pagar el IBI. Algo que saben, aunque a veces lo dude, es que el IBI estamos obligados a pagarlo todos los españoles y las españolas. Aunque hasta ahí podíamos llegar, querer comparar la Iglesia con el resto de los mortales, dicen los del PP. No estaban coordinados, pero la Iglesia respondió a la misma hora de la rueda de prensa de Rajoy. El ecónomo del obispado de Toledo indicó que el pago del IBI por la Iglesia es algo de ciencia ficción. ALUCINANTE. Y es que la Iglesia lo tiene muy claro según leemos las pastorales de los obispos, salvo honrosas excepciones, “no somos partidarios de cambiar el régimen fiscal ni ceder privilegios, que consideramos de derecho natural” (¿?). Mi capacidad de asombro ha quedado superada por esta estupidez. Ahora, lamento profundamente la actitud errática del PSOE en sus relaciones con la Iglesia y el tiempo perdido en pasadas legislaturas. Deberían haber anulado el Concordato que es anticonstitucional, eliminado privilegios aunque sean -como dicen- de derecho natural y aprobado la necesaria ley de Libertad Religiosa. Pero, lo que más me molesta es la coacción, cuando el cardenal Rouco dice que si la Iglesia se viera obligada a pagar el IBI, la actividad de Cáritas se resentiría. Sin embargo, según los datos del último ejercicio fiscal presentado por Cáritas (2010), el 64% de sus recursos proceden de donaciones privadas o particulares, el 35% de Hacienda a través del IRPF y otras instituciones del Estado y sólo el 1% -desde el  año 2008- de la Comisión Episcopal, de un  total de 247 millones de de euros dedicados a la acción contra la pobreza. La respuesta está clara. La Iglesia no financia a Cáritas, sino los españoles -creyente o no creyentes- directamente o vía impuestos. Y el que quiera entender que entienda. 
María José y Ángel Luis Jiménez

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