martes, 31 de mayo de 2011

¿Juntas o separadas?

José Antonio Griñan, la semana pasada, confirmó en el Parlamento Andaluz que las elecciones autonómicas andaluzas serán en marzo del 2012, aunque el presidente Zapatero adelante las generales porque no consiga aprobar en otoño los Presupuestos Generales del Estado. Las elecciones autonómicas y generales se han celebrado juntas desde 1996. La última vez que los comicios regionales tuvieron lugar solos fue en 1994, cuando el PSOE vio mermada su ventaja y abrió una corta e inestable legislatura marcada por la pinza entre PP e IU. Algunas voces socialistas creen que, si hubiera elecciones generales adelantadas, una victoria del PP en España en otoño despertaría al electorado socialista andaluz en 2012 dando la vuelta a las encuestas. Y es que el PSOE en Andalucía siempre había ganado en las encuestas, pero esta vez los sondeos acertaron. En el último año y medio, todas las encuestas publicadas aventuraban el triunfo del PP en las autonómicas. Y así ha sido. Ni el PP se imaginaba una cosecha de votos tan abultada, ni nadie en el PSOE se olió un estrépito de tal magnitud.  El mensaje que lanzó la ejecutiva regional fomentando la participación, que siempre ha beneficiado al PSOE, era el de siempre “Sí no votas, otros votaran por ti”. Y en esta ocasión no ha servido, porque no ha ido acompañado con el discurso y los argumentos necesarios para atraer al votante socialista. La estrategia del PP de nacionalizar las elecciones se ha impuesto de manera clara, aunque los socialistas repitieran que se elegía a los alcaldes. El PP ha insistido en señalar que los problemas venían del Gobierno de Zapatero, y les ha salido muy bien. Ahora toca decidir dos cuestiones fundamentales de cara a las generales del año próximo. ¿Serían unas elecciones separadas la solución para iniciar la remontada del 22-M y facilitar la reacción necesaria de los socialistas andaluces para ganar las elecciones autonómicas? ¿Aceptará la ejecutiva nacional del PSOE esta solución?  Quién lo sabe. Y sobre todo, quién lo decide.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 30 de mayo de 2011

Una causa justa.

Ahora dicen que los/as jóvenes del 15-M son antisistemas y que hay que desalojarlos de las plazas públicas. No es verdad, el sistema los ha excluido a ellos. Sin embargo, están dispuestos a luchar por la justa causa de la democracia real y, además, de forma pacífica, no violenta. No sé cómo algunos políticos se sorprenden de estas protestas, lo extraño es que no hubieran sucedido antes.  Su descontento no es en vano, sino que tiene argumentos de peso: el poder político se ha distanciado de la gente; la corrupción pasa sin castigo por las elecciones; y el mercado laboral y los sindicatos miman a los que tienen empleo fijo y abandonan y olvidan a los que no lo tienen. Puede que las protestas se vayan apagando poco a poco tras las elecciones, los desalojos a palos y la brutalidad de alguna policía autonómica, pero que no se hagan ilusiones los partidos, sobre todo los de derecha, porque a menos que se renueven, se modifique la ley electoral y se presenten planes radicales de mejora de la situación de los/as jóvenes, volverán, aunque se vayan hoy o mañana de las plazas públicas. Volverán porque tienen razones y motivos para ello. 

domingo, 29 de mayo de 2011

Asco, vergüenza y miedo.

Si en la campaña de las municipales hubo información, opinión y análisis fue gracias a las viñetas de humor, pues reflejaban las actitudes de los partidos y los políticos intervinientes. Especial atención dedicaron nuestros magníficos humoristas a las fuertes declaraciones xenófobas de algunos partidos, sobre todo en Cataluña, equiparando a los inmigrantes con delincuentes o enfermos. Y es que la mala uva y estupidez de algunos panfletos o declaraciones en relación con la emigración han sido para denunciar en el  juzgado de guardia. Ferreres lo retrató muy bien en una viñeta del diario Público, el viernes 18 de mayo. En ella se veía una caseta de propaganda electoral con el lema “Somos como tú” ¡Vótanos! Y un candidato dice a un posible votante, “¿Sabía usted que enfermedades que ya se habían erradicado han vuelto por culpa de los emigrantes?”, y contestaba el votante “Ya decía yo, desde que tengo de vecinos a unos asiáticos me mata el lumbago”. Lo triste es que no era un chiste, sino la realidad, pues lo dijo el candidato del PP en Barcelona, Alberto Fernández Díaz. Los emigrantes en Cataluña han recibido de partidos ultras como La Plataforma per Catalunya de Josep Anglada -65.000 votos y 67 concejales- un tratamiento hostil y la demagogia más populista. El candidato del PP y posible alcalde de Badalona, García Albiol, se ha apropiado del discurso xenófobo y antiinmigrante de los ultras y racistas. Ayer insistía  en la prensa catalana diciendo que desde 2003 está pidiendo mano dura contra la inmigración, mucho antes que lo pidiera Anglada. Y para colmo Anglada se burla de García Albiol, acusando al PP de aprendiz y copión, daría risa si no causara asco, vergüenza y miedo. Así que, no necesitan pelearse por el discurso racista, xenófobo y antiinmigrantes, porque los dos son lo mismo de populistas y demagogos. Lo que deben hacer es unirse y olvidarnos, y no dar ese penoso espectáculo, tan trágico como cómico. Porque uno y otro hacen el mismo daño a nuestra democracia, a la necesaria cohesión social y a la integración de los inmigrantes. Cómo pueden llamarse partidos democráticos con esos impresentables discursos e ideas.  Y lo peor es que con esos populismos ponen en crisis el sistema democrático y la dignidad de la política. Pero eso les importa poco con tal de conseguir votos y el poder, que es lo que en definitiva buscan.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

viernes, 27 de mayo de 2011

El futuro no está escrito.

El movimiento de los jóvenes indignados del 15-M todavía no está estructurado, por lo que nadie sabe lo que va dar de sí. Pero, después de su aparición, resultará difícil, sea quien sea quién gobierne, PP o PSOE, aplicar más políticas de ajuste que no estén bien explicadas y justificadas. Evidentemente, los partidos mayoritarios van a tener que gobernar sin la confianza de muchos ciudadanos, porque los políticos y las instituciones de esta democracia les han decepcionado. No les representan. Y si excluimos de nuestra democracia a la gente que se siente políticamente invisible y económicamente desfavorecida, y sin ningún deseo de votar, podemos tener una democracia desigual e incompleta. Porque entonces solo votarían los satisfechos que operan bajo la convincente cobertura de la democracia. El resultado sería Gobiernos que no se ajustan a la realidad o a la necesidad común, sino únicamente a las creencias de los satisfechos que son mayoría. Espero que esta contradicción entre unos y otros desaparezca y que gracias a los jóvenes del 15-M despertemos a la participación a este país dual que parece dormido. Debemos exigir más democracia, tanto representativa como participativa. Hasta hemos olvidado que nuestra Constitución da cabida a instituciones participativas como el referéndum y la iniciativa popular de proposiciones de ley. Cuando la democracia está viva, todo el mundo tiene buenas ideas que aportar y que merecen ser escuchadas. La democracia, tal y como está concebida hoy en España, ha quedado obsoleta y no favorece la participación. Por eso, como dicen los jóvenes acampados, otra democracia es posible: más flexible, con listas abiertas, referéndum para temas esenciales y reforma de aquellas leyes que perjudican más que benefician. Entonces, seguramente la abstención sería menor y la vinculación moral con el gobernante mayor. El movimiento del 15-M está tirando por tierra la teoría de que los españoles estaban adormilados, apáticos y se dejaban conducir pasivamente. Está provocando que los partidos respondan con mayor celeridad e imaginación a las necesidades urgentes de la gente y a su renovación. Nadie se atreve a predecir las consecuencias para nuestra democracia de esta “revolución pacífica”. Y es que el futuro todavía no está escrito. 
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 26 de mayo de 2011

El momento de la verdad.

Algunos dirigentes del PP me decían, con cierto cinismo, antes de las elecciones: “Lo importante en política es tomar el poder, luego ya veremos cómo se administra y qué cosas se  hacen”. Pues bien, ya lo han tomado, las elecciones locales y autonómicas celebradas el domingo han dejado un nuevo reparto del poder territorial a favor del PP. También han dejado algo más, ahora será este partido el que tendrá que decidir cómo manejar los delicados temas sobre los que ha construido su campaña y cómo gestionar el déficit presupuestario de las instituciones locales y autonómicas. Asunto que no sólo no ha sido objeto de atención durante la campaña, sino que ni siquiera ha llegado a ser reconocido públicamente. Carece de sentido que los populares caigan en la tentación -que caerán, no tengo la menor duda- de echarles todas las culpas a los socialistas, porque en la acumulación de este déficit no hay fuerza política que salga mejor parada que otra. Y menos ahora que los socialistas han sido desalojados de muchas instituciones donde gobernaban para ser reemplazados por los populares. Así que al PP le ha llegado el momento de la verdad, de la responsabilidad y de hacer cosas. Ya no se pueden ocultar por más tiempo las tareas que estaban pendientes en los ámbitos municipales y autonómicos. Por eso el PP, como estrategia o coartada para posponer el reconocimiento de la realidad con la que se va a encontrar, ha empezado a reclamar un adelanto de las generales. No sé cómo piensa cumplir sus promesas sobre el pago de las deudas y el empleo de esta campaña. La deuda municipal y autonómica es una bomba de relojería que puede provocar previsibles turbulencias financieras en todo el país. La morosidad afectará a muchas pymes y trabajadores autónomos, que son los que tienen menos capacidad de negociación, multiplicando la mortandad empresarial y dificultando aún más la creación de empleo. Y cómo afrontará las consecuencias derivadas de decirles a la gente de su pueblo o comunidad la verdadera situación en la que se encuentran su economía, como ocurrió con Zapatero en su noche negra del 9 de mayo del 2010, cuando tuvo que despertar de su ilusión, y asumir el mayor recorte del gasto público que se recuerda desde la instauración de la democracia. Y sí los recortes de Zapatero tuvieron consecuencias y arruinaron las expectativas de su partido en esta elecciones, lo mismo puede ocurrir con los populares en las generales del año próximo. Que miren Alemania, donde celebraron el domingo los quintos comicios regionales -equivalentes a nuestras autonomías- de los siete que tienen convocados para este superaño electoral, donde el partido de gobierno (CDU) de la canciller Ángela Merkel ha sufrido su quinta derrota. Así que demos tiempo al tiempo.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

miércoles, 25 de mayo de 2011

No hay futuro, sin cambio.

Se están realizando análisis de las próximas elecciones generales con los resultados del escrutinio de las municipales del domingo, provincia por provincia, y aplicándose la Ley D´Hont, tal y como se hace en las generales. Con estos datos el PP, y otros analistas, anticipan una victoria de los populares en las elecciones previstas para el año próximo. Ya no se acuerdan que hace cuatro años el PP superó en votos al PSOE en las municipales y luego perdió las generales. Aunque esta vez la diferencia es mayor y más difícil de revertir.
El País también hizo ayer una  extrapolación de los resultados de las municipales. El reparto de los diputados sería más plural, alejándose del bipartidismo al que nos veíamos abocados desde el inicio de los años 90. Esto parece bueno para la democracia. Según el estudio de El País, el PP sería el grupo mayoritario, ganaría 12 diputados, pero sin mayoría absoluta. Y el PSOE no llegaría a los 125 diputados del año 2.000, perdería 54, por lo que le sería imposible formar Gobierno. Así que las dos fuerzas políticas mayoritarias lo tendrían difícil para gobernar, una más que otra. Pero el mayor salto, según este estudio, lo darían IU que obtendría 15 escaños y Bildu con 7 diputados. Además de Bildu, entrarían en el Congreso el PA, el PAR, el PRC, los nacionalistas de Lanzarote y los ultras de Plataforma por Catalunya. ¡Sorprendente! Pero mejor dejar estos ejercicios aventurados de política ficción a los que son tan aficionados analistas y partidos, y volvamos a la realidad del domingo.
Pensemos, previamente, que si no queremos hacer realidad estas extrapolaciones es necesario animar a mucha gente derrotada, deprimida o desconcertada, sobre todo a esos abstencionistas críticos que están perdidos en sus dudas y laberintos. En el ámbito municipal,  las urnas han castigado severamente al PSOE, que pierde siete puntos respecto a los comicios del 2007 y queda casi dos millones de votos y diez puntos por detrás del PP. Esta vez los resultados no han desmentido las encuestas. Pero este debacle electoral producto de la decepción con Zapatero de muchos votantes socialistas o de izquierdas -que no han entendido que Zapatero asumiera un programa necesario de estabilidad, austeridad y reforma, forzado por la UE-, no ha sido aprovechado por IU. Posiblemente por sus abigarradas propuestas, que muchas veces no tienen en cuenta la realidad. El PP en esta campaña ha logrado siempre marcar los terrenos de juego -hasta la sorpresa de los jóvenes indignados el 15-M- de forma que los mítines y declaraciones sólo se centraran en los temas previamente señalados: la economía, el paro y la falta de credibilidad de Zapatero, según ellos. Sus mensajes simples y consistentes han tratado de contaminar la imagen de los líderes socialistas, locales o autonómicos, arrimándolos a la alargada sombra de Zapatero. Todo lo demás quedaba fuera de la campaña. Pero, por qué el PSOE no ha hecho más para romper esa estrategia. Había o no una estrategia diseñada para minimizar el voto de castigo que los ciudadanos están propinando a sus gobernantes en todos los países en crisis. La comunicación de los socialistas en la campaña ha resultado incierta y contradictoria. Primero, un plan para buscar la complicidad de la calle, “El gobierno de tu calle”, y luego, las conversaciones de tú a tú con los vecinos, personalmente o a través de las redes sociales. Al final Zapatero, que había anunciado no volver a presentarse para no contaminar la campaña, ha acabado protagonizándola y metiéndose de cabeza en las provocaciones del PP. Así lo reconocía la noche del domingo, “No hemos podido ni sabido llegar con nuestras razones a muchos de nuestros conciudadanos”. Esta sorprendente situación ha hecho que los reproches que merecían los candidatos corruptos del PP, se hayan dejado de lado en la campaña, menos mal que todavía quedan las denuncias de la buena prensa.
Dicho lo anterior, quisiera en este análisis profundizar en el desastre electoral de Andalucía, lo que conozco mejor. Porque además de lo dicho sobre la crisis, el paro y Zapatero, se han unido otros elementos como la falta de pulso del partido, con más tecnocracia que ideas; el discurso aburrido de sus dirigentes, que no han sabido captar el afecto, el interés y mucho menos el voto de sus electores; y un aparato regional y unos secretarios provinciales de escaso o nulo liderazgo, que no han sabido afrontar problemas puntuales como la contestada reforma de la función pública de Andalucía o los ERE. Los socialistas necesitan con urgencia cambios importantes, especialmente en Andalucía. Se debe contar con  los mejores, hasta ahora no se ha hecho, ni se ha visibilizado. También hacen falta más ideas, más política y el gobierno de los mejores. Griñan con esas propuestas llegó a la presidencia de la Junta. ¿Se ha olvidado de ellas? Mañana más.

María José Jiménez izquierdo y Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 23 de mayo de 2011

El futuro empieza hoy.

Ocurrió lo esperado en las municipales, la derrota del PSOE y la victoria del PP, con dos millones de votos de diferencia. Las encuestas lo anunciaban. Mi primera reflexión sobre los resultados es que si es buena la alternancia política, por democrática y necesaria, la presencia de corruptos imputados y pendientes de procesos judiciales gobernando instituciones democráticas, no me resulta ético, ni moral, ni admisible,  pero tampoco democrático, aunque digan que esos candidatos están avalados por las  urnas. Mi primer pensamiento para los indecisos, que siguieron indecisos, como se comprueba por  el nivel de abstención que subió tres puntos respecto a las elecciones del 2007. El PP ha sumado casi medio millón de votos más y el PSOE cerca de un millón y medio de votos menos, de los cuales solo 200.000 votos han ido a IU. Ayer, se confirmó que el PSOE estaba desconcertado, deprimido y derrotado de antemano, no ha superado y menos explicado la semana negra de mayo del 2010 -ha tenido un año para ello-, cuando el Gobierno de Zapatero asumió un programa necesario de estabilidad, austeridad y reforma, forzados por nuestros socios de la UE, debido a los graves desequilibrios de la economía española. Esa es la factura que han pagado en estas elecciones los candidatos y las diferentes candidaturas socialistas. Y lo han rentabilizado los populares, con un triunfo histórico de la derecha, pero que no olviden que ahora les toca a ellos gestionar el déficit económico de las instituciones locales y autonómicas, el paro y la crisis, que continúa. No se ha acabado. Al PP le llega el momento de la responsabilidad. Y de gobernar una España sin confianza en los partidos y en las instituciones. “No nos representan”, gritan los jóvenes en las plazas públicas. Pero, de nuevo -como en la época de Felipe González- sentiremos gritar a la derecha española y vociferar a sus medios apocalípticos, todos a una, ¡Zapatero vete ya! Aunque quede mucho por gobernar y bastante por hacer. No repitamos lo de Portugal, sin gobierno y en plena crisis, pues le está costando muy caro. Es relevante destacar en el País Vasco los 270.000 votos y mil concejales de Bildu, que sumados a los del PNV, primera fuerza votada, suman 600.000 contra los 325.000 votos de PSOE y PP. Esto es aritmética pura. Ya analizaremos quién les hizo la campaña electoral. También anunciar la irrupción de la extrema derecha en Cataluña -ver los resultados de Badalona-, satanizando en la campaña electoral a los inmigrantes para conseguir votos. Los indignados siguen en la Puerta de Sol. Todavía no han dicho nada. Espero que en las asambleas sepan leer estos resultados para seguir en su lucha por la democracia. Y entre la paciencia y la esperanza, yo creo que el futuro ha empezado hoy. Mañana será el análisis.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

viernes, 20 de mayo de 2011

Votar para defender la democracia.

El domingo 22 de mayo toca ir a votar, con serenidad, pero también con indignación, y con  un voto responsable. Muchos jóvenes de izquierda, me dicen: ¿Para qué? Pues, para que sepan que seguimos aquí, pacíficamente y sin violencia, pero exigiendo otra manera de entender la democracia, como están haciendo los jóvenes del 15-M en las plazas públicas de nuestras ciudades. ¿Y a quién? Por supuesto, a la izquierda, con la izquierda y por la izquierda, aunque no se haga ya con la alegría y el aire festivo de otros tiempos. Antes, la papeleta que introducíamos en las urnas tenía el poder de cambiar las cosas, de avanzar nuestra sociedad hacia mayores cotas de progreso, solidaridad y democracia. El voto a la izquierda ha sido y debería seguir siendo un instrumento de conquista de derechos y libertades individuales y de cambios sociales. Hoy los mercados, los poderes financieros y los especuladores, quieren cargarse el Estado de bienestar, y si les dejamos, hasta la democracia. El domingo no podemos poner en peligro nuestro sistema democrático porque pensemos que está deteriorado y alejado de la ciudadanía. Debemos votar, pero en contra de los que  viven a costa del sistema democrático y están tratando de destruirlo. Pero eso no pasará porque todavía nos quedan sueños, ilusiones y coraje para indignarnos y poder cambiar las cosas. La indignación ciudadana siempre tiene consecuencias políticas.  Así que, el domingo, todos a votar en defensa de la democracia. Yo voy a votar con mi conciencia crítica, con mis dudas y decepciones, pero también con mis principios más firmes y con mis ilusiones intactas para intentar reanimar esta democracia en beneficio de todos los ciudadanos. Y además, para conseguir que las urnas sean capaces de acercarme de nuevo a mis sueños.

María José Jiménez Izquierdo y Ángel Luis Jiménez Rodriguez

Recuperar la democracia.

Por fin llegó la democracia a la campaña electoral, no sé si será una fiesta, pero sí sé que está viva y goza de buena salud. Esto ha sido posible gracias a los jóvenes indignados de “Democracia Real Ya”, que se han movilizado para demandar un nuevo modelo político, económico y social. No vienen a cambiar el sistema, sino a exigir que este funcione de otra manera. Que su voto sirva para algo. Que se articule la sociedad civil. Que en el pulso que hay entre lo económico y lo político, ellos también puedan aportar sus argumentos. Están cansados de ser el futuro, quieren ser el presente. Todo esto inquieta y preocupa a la derecha, porque les ha roto los esquemas y la estrategia de una campaña, que habían previsto anodina y de baja intensidad para desmovilizar a los votantes de izquierda. Los jóvenes se la han reventado. El PP no quiere movilizaciones sociales que no pueda controlar, de ahí sus denuncias a las Juntas Electorales para que estudien si los jóvenes agrupados en el Movimiento 15-M y concentrados en las plazas de las grandes ciudades, principalmente en Madrid, interfieren la campaña. Además, saben que estos jóvenes indignados no son  potenciales votantes suyos, no les interesan. Para la derecha, los jóvenes como mejor están es callados, que no se les note, que no se les vea, aunque sean el 45% de los desempleados según la EPA (Estudio de Población Activa). Ahora, quieren participar y no les dejan. Se olvidan del derecho  de reunión pacífica en lugares de tránsito público que les reconoce el artículo 21 de la Constitución Española. Que miopes y caducos están, políticamente hablando, los que les quieren negar este derecho. Lo resume El Roto en El País: “Los jóvenes salieron a la calle y súbitamente todos los partidos envejecieron”… Y es que lo que está sucediendo en estos días,  políticamente y socialmente,  es uno de los episodios más interesantes y sugerente de nuestra democracia. El principio de algo. Por eso, que todo este ruido nos pille despiertos, porque ellos somos todos nosotros. ¿Continuará el movimiento después del 22-M? Ojalá. ¿Crecerán o acabarán sus sueños? Motivos y objetivos no les faltan, pero la respuesta está en el tiempo o en el viento, como decía Bob Dylan.
María José Jiménez Izquierdo

miércoles, 18 de mayo de 2011

El Grupo Greco y la corrupción en España.

El Grupo de Estados europeos contra la corrupción, conocido por Grupo Greco, fue creado en 1998 por el Consejo de Europa. A este grupo se han adherido libremente 42 países, entre ellos España, pero no Rusia, ni Italia, ni Suiza. El Grupo Greco pretende aunar y coordinar una serie de actuaciones encaminadas a la evaluación de la corrupción de los países miembros para después aportar recomendaciones con el fin de atajarla o controlarla. No se trata de una labor policial anticorrupción, sino de recomendaciones realizadas a los Estados. En la primera ronda de evaluación que se aprobó en el año 2.001, España recibió diez recomendaciones. Una de ellas sobre la poca eficacia de la fiscalía, recomendación obvia, pues la fiscalía podría haber hecho mucho más en la lucha contra el cohecho o el soborno y la corrupción en nuestras instituciones. Otra recomendación reclamaba la adhesión de España al convenio penal contra la corrupción de 1.999, pero el PP durante los ocho años que gobernó no quiso firmarlo, porque no era un problema capital que se plantearan los ciudadanos españoles. El Gobierno socialista lo hizo en el año 2005 y lo ratificó en el 2010 y 2011. Y también ha revisado el Código Penal, mediante la Ley Orgánica 5/2010 de 22 de junio, para reformar y agravar la penalización de los delitos de cohecho y corrupción. El PP se abstuvo en Congreso y Senado, pues sigue pensando que esa no es una preocupación importante para los españoles. En el mes de Abril se ha presentado la tercera evaluación aprobada por el Grupo Greco en la 50ª sesión plenaria del Consejo de Europa. En el nuevo informe se hace hincapié sobre la opacidad de las cuentas de los partidos y la falta de transparencia de su financiación. El informe también constata que en materia de corrupción los partidos no han hecho los deberes, sigue siendo la gran asignatura pendiente. Y es que se han dicho tantas cosas y tantas veces sobre la corrupción que no deberían quedar dudas sobre el enorme daño material que causa y la amenaza que representa para el imperio de la ley y para el desarrollo de la democracia. La corrupción es el más peligroso de todos los fenómenos patológicos sociales, porque no ataca desde fuera al Estado, sus instituciones y los principios básicos de la democracia, sino que los corroe desde dentro como parte integrante de cada administración pública. En esta reflexión estaba, cuando vi en la prensa las fotos de los manifestantes de Democracia Real Ya, que abarrotaban anoche la Puerta del Sol de Madrid tras el desalojo policial de la madrugada anterior.  En sus carteles se leía “Tenemos derecho a indignarnos” o “No nos representan”. Percibo que los indignados -no confundir nunca con violentos o antisistemas, pues ni son lo mismo ni quieren lo mismo- no se rendirán hasta conseguir una mejor democracia para nuestro país, reivindicando un nuevo modelo político, económico y social. El resto de los ciudadanos deberíamos estar igual de indignados al ver a Rajoy en la plaza de toros de Valencia respaldando a los imputados Camps y Ripoll, el primero implicado en el caso de los trajes  y el segundo, en el caso Brugal de Alicante. Y es que las fotos, sobre todo esas fotos del PP, valen más que mil palabras, porque son todo un símbolo de esa política que critican con tanta firmeza los jóvenes airados del 15-M.    

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

martes, 17 de mayo de 2011

El terremoto de Lorca y los servicios públicos.

La política representa lo público. Esta no es una declaración de principios en defensa de la desprestigiada clase política, sino una realidad. Cuando hay una catástrofe, como el terremoto de Lorca, se demuestra la necesidad de garantizar unos servicios públicos eficaces y capaces de atender a quienes han sufrido y lo han perdido todo. En estas situaciones, los países ponen a prueba sus capacidades institucionales para poder afrontar con ciertas garantías la atención a los damnificados. Sin embargo, estamos viviendo momentos de fuerte hostilidad hacia los servicios públicos. Y la crisis económica nos ha escorado hacia una visión negativa de nuestras administraciones. Los partidos de derecha, algunos empresarios y los medios de comunicación que están a su servicio, claman por una reducción de los servicios públicos y más privatización, arrastrando a una parte de la ciudadanía. Pero a raíz del terremoto de Lorca, hemos escuchado voces en sentido contrario, pidiendo más recursos y ayudas, y mayor presencia de las administraciones públicas en la atención a los damnificados. En definitiva, más Estado. Porque al mercado ni se le espera, ni está disponible para estas situaciones, sólo quiere beneficios. Menos mal que ahora tenemos administraciones, nacional y autonómicas, con unos servicios públicos consolidados y maduros para afrontar el reto de la catástrofe de Lorca, y otros que pudieran presentarse. Pero cuidado con el futuro y con aquellos partidos que abogan por una reducción de nuestras administraciones y servicios públicos, porque nos podemos encontrar con una futura Administración anoréxica que no tengan capacidad para afrontar con garantía este tipo de retos y otros tan esenciales como los de salud, educación y bienestar social. Ya lo hemos visto últimamente en Comunidades Autónomas como Murcia, Madrid o Valencia, donde van a repetir gobiernos del PP después del 22 de mayo, según las encuestas. Y para colmo de disparates, como en estas elecciones para algunos partidos vale todo, hasta de la tragedia de Lorca se ha hecho campaña por la derecha, sino ved los títulos en Facebook y Twitter: “Mariano Rajoy en Lorca, vean las fotos”, como si se tratara de un álbum de vacaciones, y “Mariano Rajoy, visita Lorca. Síguelo en directo en www.pp.es, ni que fuera el partido del domingo. Ya es que no se respeta nada con tal de conseguir votos. ¡Qué desvergüenza!
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 16 de mayo de 2011

El fútbol y la política.

Hay una forma de entender el futbol y también la política en la que todo vale -jugar sucio o limpio no importa- con tal de anular al contrario y obtener los resultados que se desean. También hay otra manera basada en el juego limpio y el respeto, aunque esa parece que no interesa mucho ni en deporte ni en política. Pero lo que me parece inadmisible, incongruente y fuera de lugar es querer cambiar las reglas del juego en plena campaña electoral. Eso es lo que hace el PP en estas elecciones municipales con su propuesta de que gobiernen los Ayuntamientos andaluces el cabeza de la lista más votada. Parece necesario recordar que la elección de alcaldes en España es indirecta, según establece la Ley Orgánica de Régimen Electoral General, y que es elegido alcalde, según el artículo 196, el que obtenga el apoyo de la mayoría absoluta de concejales -sean o no de su partido- en el Pleno constituyente del nuevo Ayuntamiento, por lo que puede no ser elegido el candidato de la lista más votada. Si al PP no le gusta esta forma de elección de los alcaldes, puede cambiarla. Debe presentar una iniciativa en el Congreso o en el Senado para reformar las leyes de régimen electoral y local, y aprobarla con el respaldo de la mayoría necesaria. Lo que no pueden hacer es forzar las leyes, como exige ahora el líder del PP en Andalucía Javier Arena, al obligar a los candidatos a ir a un notario para firmar un acta en la que acepten que gobierne el cabeza de la lista más votado. Además, piensan y, para mi asombro, dicen, que las dos formulas, tanto la legal como la notarial, son válidas y legítimas. No se enteran o no se quieren enterar, una tiene el respaldo de las leyes aprobadas por las Cortes Generales, que representan al pueblo español, y la otra, sólo es una idea partidista para impedir las coaliciones -legítimas y legales- que los alejan del poder. Y  esto no es enredar con las leyes, como dicen los del PP. Es que la ley es así, y si no les gusta cámbienla, pero ahora no, que no toca.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 14 de mayo de 2011

La semana negra.

Esta semana se ha cumplido un año desde que el Gobierno español asumió un programa de estabilización, austeridad y reforma, forzados por nuestros socios de la Unión Europea. Esto ha supuesto el giro más dramático de la política económica española en la democracia. Este programa hizo frente, de una manera realista, a la reducción del déficit  provocado por la crisis (11,2% del PIB) y para garantizar la vuelta de España a la estabilidad presupuestaria. Las miradas de la Unión en la dramática reunión del Ecofin (Consejo Económico y Financiero) de la madrugada del 9 de mayo del 2010, se centraron principalmente en nuestro país, no sé si de forma justa o injusta, pero los ministros de Economía europeos pensaban que teníamos el tamaño suficiente para hacer de la crisis de nuestra deuda una pesadilla para la eurozona. Además, por la proporción que podía alcanzar, sentían amenazada su estabilidad y en situación de riesgo de solvencia a cualquier país del euro. Esta mirada y preocupación estaba basada en los graves desequilibrios que aquejaban hace un año -y aún aquejan - a la economía española. El presidente Zapatero era consciente de que este giro le pasaría factura a su futuro político personal, pero aquella semana de mayo había sido de infarto, una semana de ataques financieros, -la Bolsa cayó en solo siete días el 14%- que habían situado a España al borde del precipicio. Por eso, la sesión parlamentaria del 12 de mayo de 2010 quedará grabada para siempre en la memoria de España y de los españoles. Ese día el presidente Zapatero anunció los ajustes económicos más importantes y dolorosos de la democracia con nueve medidas – entre otras, la reducción de sueldos de funcionarios, la congelación de pensiones y el adelgazamiento del gasto público-, medidas “imprescindibles y equitativas” para salir del pozo en el que nos encontrábamos. La tijera del Gobierno se llevaba por delante 15.000 millones de euros en año y medio -Europa quería 30.000 millones-, una factura dramática que había que pagar para ahuyentar los fantasmas que amenazaban la estabilidad financiera de España y de la Unión Europea. Pasado un año, si se juzga sin prejuicios, el balance de la aplicación de ese doloroso programa es positivo. El giro iniciado en mayo del año pasado ha logrado su objetivo principal, desacoplar a España de los países periféricos del euro -Grecia, Irlanda y Portugal- que han debido solicitar su rescate por la UE (Unión Europea) y el FMI (Fondo Monetario Internacional). Justo es decir que al modificar poco la pauta y el modelo de crecimiento, la consecuencia es el desempleo de más del 20% de la población activa. Pero si los avatares reformistas del Gobierno ofrecen claroscuros, la acción del partido de la oposición, el PP de Mariano Rajoy es lamentable. No ha ofrecido alternativa alguna, ni voluntad de pactar para solucionar problemas, lo contrario de lo que ha hecho la oposición de los países de nuestro entorno. Sólo anda agazapado y sin hacer nada, esperando irresponsablemente que los errores y mediocres resultados del Gobierno les impulsen al poder. ¡De pena y de vergüenza!
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

viernes, 13 de mayo de 2011

Participación frente a la abstención.

Todos los partidos -unos más que otros- quieren que en las elecciones del 22 de mayo no se repita el índice de abstención del 44% de la población con derecho a voto de las municipales de 2007. La mayoría de los ciudadanos piensan que la abstención es más de izquierdas que de derechas, posiblemente porque creen que hay una visión no siempre optimista de la política entre el electorado de izquierda. No sé si en ello influyen nuestras raíces anarquistas. Sin embargo, el electorado de derechas siempre está activo, motivado, disciplinado y dispuesto a seguir las consignas que le marquen. Además, si la campaña electoral es tan floja como la de estas elecciones no se motiva ni se anima a nadie. Casi han desaparecido de la programación los grandes actos o mítines, porque dicen que sólo iban los convencidos. Menos mal que ahora tenemos las nuevas tecnologías, sustitutas del megáfono, la cartelería y el cubo de cola, ya obsoletos. Hoy, hay que reconocer que con internet y a través de las redes sociales, sin tanto esfuerzo, se llega a mucha más gente que antes. Pero los veteranos decimos que no es lo mismo el contacto digital que el contacto personal. Así que, la primera obligación de los candidatos en estas elecciones debe ser recortar la abstención existente, llamando por cualquier medio a la participación, aunque sea para votar en blanco. Debemos recordar que el día de las elecciones es el día de la fiesta de la democracia, por supuesto, para los que creen en ella.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 12 de mayo de 2011

¿Para qué sirven las Diputaciones?

En estas elecciones, estamos olvidando, y no es la primera vez, que la batalla por los ayuntamientos lleva implícita la batalla invisible por las diputaciones provinciales. Según el artículo 141 de la Constitución Española, la provincia es una entidad local con personalidad jurídica propia, determinada por la agrupación de municipios y la división territorial provincial para el cumplimiento de las actividades del Estado. Su Hacienda, igual que la municipal, se nutre fundamentalmente de tributos propios y de participación en los del Estado y la Comunidad Autónoma. Sus cargos no son electos, son los partidos ganadores en las municipales y con mayoría de concejales a nivel provincial, los que designan de entre ellos quienes gobernaran las Diputaciones. La ley les otorga el importante papel de atender los intereses de la provincia y servir de árbitro entre los ayuntamientos. Durante un tiempo se cuestionó su mantenimiento, porque se consideraban una rémora del régimen anterior, pero su labor de ayuda a los municipios pequeños, al final, las hizo necesarias. Y ahora más, pues con la crisis se plantea la posibilidad de reagrupar municipios, sobre todo los más pequeños que son muchos, para hacerlos más eficientes, homologables y profesionales. Por este motivo, las Diputaciones son y seguirán siendo en el futuro los órganos de coordinación de muchos servicios municipales. Sin embargo, los ciudadanos reconocemos también la desproporción existente entre sus fines y los medios, incluida esas plantillas totalmente desmesuradas. Así que, ese es otro problema derivado de las elecciones locales que tendremos que plantearnos a la hora de votar. Los partidos políticos, aunque dicen que el interés de las Diputaciones es meramente instrumental, si le dan mucha importancia a la hora de conseguirlas. Lo que no sé, es por qué: por mandar, por colocar a su gente o por prestar un buen servicio a los ciudadanos de su provincia. El tiempo lo dirá. 
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

miércoles, 11 de mayo de 2011

La igualdad y las elecciones.

El PP, como partido, nunca ha tenido ningún tipo de propuesta sobre igualdad, de hecho, ha recurrido ante los tribunales todas las iniciativas legislativas promovidas en este sentido por el Gobierno del PSOE. Por eso, y para conseguir el voto de la mujer, en esta campaña de las autonómicas y municipales, el PP rodea a Rajoy en sus mítines de mujeres, las políticas más significativas de la derecha: Esperanza Aguirre, Ana Botella, Rita Barberá, Teófila Martínez, Ana Mato y otras. Mujeres tan machistas, en sus discursos y declaraciones, como los hombres.
Que el PP tiene mujeres en sus listas y ocupando altos cargos institucionales es evidente, así lo exige la sociología de nuestro tiempo. Pero también es innegable, la ausencia en sus programas de iniciativas dispuestas a eliminar las desigualdades entre mujeres y hombres. La presencia de mujeres en fotografías e instituciones no significa que el partido que lidera Rajoy no sea aficionado a los chistes machistas, a ridiculizar cualquier medida contra la discriminación y a demonizar las actuaciones de una ministra de Igualdad. Y, sobre todo, a buscar complicidades políticas con una Iglesia que ya ha dicho, a través del secretario general de la Conferencia Episcopal, que la futura Ley de Igualdad de Trato es “una forma de difuminar la realidad de la existencia de dos géneros: hombre y mujer, bajo la apariencia de igualdad de derechos”. Y es que el PP, ni comprende, ni comprenderá que el feminismo es un movimiento social que propugna la igualdad entre mujeres y hombres, lucha contra las desigualdades de género y combate la discriminación provocada por una Sociedad patriarcal y machista. Pero, que no lo comprenda el PP no me preocupa, lo que me inquieta y apena es que no lo intuyan las mujeres que lo votan.
María José Jiménez Izquierdo

martes, 10 de mayo de 2011

La política nacional y las elecciones municipales.

El pasado jueves se celebraron elecciones locales en el Reino Unido y un referéndum para decidir sobre la reforma del sistema electoral que no fue aceptado. Los líderes políticos británicos decían, en su explicación de los resultados municipales y del número de concejales y alcaldes obtenidos, que las pérdidas o ganancias conseguidas era una consecuencia lógica e inevitable de las políticas nacionales. Sin embargo, en nuestras elecciones municipales el tema es controvertido, pues el PSOE en el video de la campaña electoral, dice: “No se trata de arreglar tu mundo; se trata de arreglar tu barrio, tu acera, tu portal”. Y el PP en palabras de su secretaria general, Dolores de Cospedal, aseguraba en el arranque de la campaña: “El futuro del país está en juego el 22 de mayo, y lo que votemos será decisivo para toda una década”. Creo que ni tanto ni tan calvo, como dice el refrán. Unos piden que no miremos más allá de la calle -lema del cartel electoral del candidato socialista a la alcaldía de Madrid: “El gobierno de tu calle”-, para que no nos acordemos de los ajustes de Zapatero; y los otros, quieren que votemos como si fuera la primera vuelta de las generales y así, capitalizar el desgaste del Gobierno. Pero ambos se olvidan de lo más importante, la espectacular penuria  de autonomías y ayuntamientos en esta época de crisis, ese debería ser el eje de todos los debates del 22-M. No lo será. Las consignas de austeridad, reformas y ajustes, no venden. Aunque no sé por qué, cuando los ciudadanos ya vivimos en ellas. Así que me quedan varias dudas, tendrá lugar el 22-M la primera vuelta de las elecciones generales; condicionarán sus resultados la posibilidad de agotar la legislatura; influirán las políticas nacionales en las municipales. La respuesta, el día después, pero el 22-M todos a votar. 
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 7 de mayo de 2011

Municipios pequeños, grandes problemas.

En estas elecciones municipales, en aquellos municipios pequeños que hoy son incapaces de abonar la nómina de su plantilla o pagar a los proveedores de sus servicios básicos como el agua y la luz, la campaña de los partidos debería ser de pocas promesas y muchas verdades. La  principal oferta, en estos municipios sin recursos, sería decirles la verdad a sus vecinos y que sepa la gente lo que hay. Y la mejor propuesta, dada la situación, sería ofrecerles otra forma de gestionar los pocos recursos con los que cuentan. No hay más. Y es que muchas veces ignoramos que de los 8.116 municipios que tiene España, más del 60%, casi 5.000 municipios, tienen menos de 2.000 habitantes. Y que muchas de las pedanías de estos pequeños municipios pretenden además segregarse del municipio mayor, hacerse “independiente”. No sé cómo ni para qué. Esta tendencia va en contra de la de los países de de nuestro entorno. Así que, no me parece mal que en este periodo electoral -antes que después- se abra un debate sobre este tema. El Círculo de Empresarios ya lo ha hecho en un estudio realizado para la mejora de la eficiencia, y demanda la unión de los municipios pequeños en unidades administrativas mayores y más homogéneas, como se ha hecho en muchos países europeos. Y la Fundación Alternativa, en el Informe sobre la democracia en España (IDE) correspondiente al año 2009, decía que habría que pensar en lo local con la misma intensidad que se había hecho anteriormente con las administraciones centrales y autonómicas. En el IDE del 2009, también se plantea la necesidad de reagrupar los municipios pequeños en unidades administrativas mayores y más homogéneas que dificulten la corrupción y aumenten los controles profesionales sobre las decisiones políticas, porque el reducido tamaño de muchos municipios hipoteca en ocasiones la eficacia de su funcionamiento. Así que, si queremos mejorar los Ayuntamientos y hacerlos más eficientes, tenemos que reagruparlos, gestionarlos profesionalmente, inclusive con directivos independientes, y que las decisiones de las políticas públicas se hagan de forma conjunta. Pero, lo más importante sería plantearnos si se debe mantener la desigual división municipal heredada del régimen anterior o sería mejor cambiarla.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

viernes, 6 de mayo de 2011

Los indecisos del 22-M.

Esta madrugada comenzó oficialmente la campaña para las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. Inicio bastante plano y con el mismo perfil bajo de la precampaña, en una coyuntura política favorable, según las encuestas, al Partido Popular. Lo que desea Rajoy y su partido es una campaña sin sobresaltos, sin debates polémicos y sin preguntas incomodas. La derecha, con las encuestas a su favor, no quiere cometer errores. Así que sus actos electorales no tendrán grandes anuncios o propuestas, ni solemnes titulares, sólo comparecencias de puro trámite, ceñidas al guión determinado de economía y paro, que tan buenos resultados les viene dando. Los votantes habituales del Partido Socialista siguen indecisos, cuando no perplejos, y con el mismo desánimo provocado por palabras que antes tenían un alto contenido ideológico para ellos, como: poder, soberanía, justicia y libertad. Además, dudan sobre si los políticos son los representantes de los ciudadanos e intérpretes de la voluntad popular o los emisarios de los mercados, cuando conforman el orden económico y deciden las políticas sociales. Pero, qué podemos hacer para aclarar sus dudas en esta situación económica dada y cómo razonar sobre el límite de lo posible en las circunstancias actuales. Porque hay cosas que el partido del Gobierno no puede hacer aunque quisiera y equivocarse puede acarrear graves consecuencias políticas, sociales y económicas para el país. Por eso, los políticos del PSOE tienen que ser muy convincentes en esta campaña. Su discurso debe alimentar con argumentaciones ideológicas la movilización de su electorado, generar la necesidad de ir a votar ya que nada está decidido pese a los sondeos y a las encuestas, y clarificar la diferencia existente entre las políticas de derecha o izquierda, aunque el debate sea sobre la gestión autonómica o local. Aunque, la verdad, no comprendo a los indecisos, sobre todo después de los pronósticos hechos públicos ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): amplias mayorías para la derecha en los ayuntamientos de Madrid y Valencia, la vuelta a Baleares de los de Jaume Mata o la mayoría absoluta de Camps, ambos imputados y bien imputados ante los tribunales por corrupción. Me gustaría saber, después del vendaval que se nos viene encima, por qué los indecisos siguen estando tan indecisos.   
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 5 de mayo de 2011

Ojalá en Europa nunca nos bañemos dos veces en el mismo rio.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha sentenciado que el emigrante que incumpla una orden de expulsión no puede ser encarcelado porque se violarían sus derechos humanos. Italia, por esta razón, debe poner en libertad a la persona que originó esta sentencia, enmendar su legislación, y anular las penas de prisión para los sin papeles, incompatibles con las normas europeas. Tras la sentencia, la oposición a Berlusconi ha recordado que la política migratoria de su extremista ministro del Interior, Roberto Maroni, es el hazmerreir de Europa, además de ser ineficaz, destacando que sus declaraciones y propuestas sólo son propaganda para los ultras de la Liga del Norte. Los 27 Estados miembros de la Unión Europea, después de  esta sentencia, deben dar un paso más y seguir desarrollando leyes en defensa de los derechos del emigrante, que en definitiva sólo lucha por un futuro mejor para él y su familia. Algunos piensan que la crisis está sembrando Europa de miedo a los inmigrantes y que ese miedo podría estar jugando a favor de los extremistas. Sin embargo, no podemos negar, por mucho que se quiera, que la inmigración ya forma parte de la esencia europea. Que los inmigrantes van a seguir llegando, no porque nos “invadan”, sino porque la Unión Europea les sigue necesitando. Si no fuera así, si no llegaran, sería mucho más preocupante porque significaría que Europa está definitivamente muerta. Ahora, el peligro está en los nuevos populismos que están surgiendo. Populismos de extrema derecha que cosechan buenos resultados electorales con su discurso antieuropeo y antimigrantes, y que construyen sus propuestas como si se enfrentaran a una peligrosa ideología de izquierda, cuando lo cierto es que crecen precisamente sobre el vacio y la ausencia de la izquierda. El curioso punto en común de estas nuevas extremas derechas es su nacionalismo, construido sobre la supremacía de la propia identidad nacional y la exclusión de la ajena o extranjera, y por eso mismo, tan europeas a pesar de su fobia a la idea de la unión política de los europeos. Es lamentable el espectáculo que esta semana han dado en Roma, Berlusconi y Sarkozy, y resulta increíblemente estúpido entregar el Tratado de Schengen a la extrema derecha europea, como han hecho estos dos deleznables políticos. Eso sí que debería encender las alarmas de los buenos ciudadanos europeos, mucho más que la llegada de algunos miles de inmigrantes tunecinos o libios. Proponen la reforma del Tratado para reforzar las fronteras interiores e impedir la libre circulación de determinadas personas dentro de la Unión. Es increíblemente estúpido perder el tiempo con juegos tan peligrosos como estos, en vez de mirar a nuestro patio trasero, el norte africano, que está más agitado de lo que pensamos y con un futuro más incierto de lo que creemos. Menos mal, que Lluís Bassets nos tranquilizaba, de esa irrupción de los extremismos, este domingo en El País con un reportaje sobre la ultraderecha europea, diciéndonos: “Nunca nos bañaremos dos veces en el mismo rio. Por más que se quiera buscar semejanza con otros tiempos, porque esa extrema derecha que avanza en toda Europa… poco tiene que ver con las extremas derechas que protagonizaron la década de los años treinta… aunque nos persiga el fantasma de una historia que amaga con la repetición de similares tragedias”.  

miércoles, 4 de mayo de 2011

Sábato, el hombre que quería desaparecer y estar.

Carlos Colón, el lunes 2 de Mayo, en el Día de Córdoba hacía el mejor retrato del fallecido Ernesto Sábato recordando quién era, es y será para siempre: “Solidario como solo puede serlo un solitario. Firme en sus esenciales convicciones como solo puede serlo un escéptico. Tan lleno de esperanza como solo puede estarlo un desesperado. Ávido de trascendencia como solo puede serlo un agnóstico. Cristiano de los evangelios y del existencialismo como lo era Mounier. Científico descreído de la ciencia, -aunque fuera un científico atómico de vocación-. Pacífico anarquista tolstoniano. Y un comunista que apostató al conocer los procesos de Moscú”. Sábato fue un escritor perfeccionista de sólo tres novelas, El túnel (1948), Sobre héroes y tumbas (1961) y Abaddón el exterminador (1974), que lo convirtieron en uno de los maestros del siglo XX, y autor también de múltiples ensayos sobre la condición humana (Uno y el universo, El escritor y sus fantasmas, y otros más), que lo igualan al Camus existencialista que lo dio a conocer en Europa. Pero su vida y su obra no se comprenden sin su faceta de luchador por los derechos humanos y su compromiso contra la dictadura militar Argentina. Sábato fue un escritor popular, extraordinariamente leído en Argentina en los años 70 y 80, aunque en los últimos tiempos estuvo prácticamente recluido y retirado en su casa. En su última obra publicada, Antes del fin (1999), un testamento vital más que unas memorias, decía: “…escribo esto para los que, como yo, se acercan a la muerte, y se preguntan por qué y para qué hemos vivido y aguantado…” Ante esa pregunta visceral y escéptica, con resonancia existencialista, que le llevaba a interrogarse para qué estamos aquí, nosotros sus lectores sabemos que Ernesto Sábato, desde su rabiosa soledad interior, vivió para ayudar a los demás e hizo que el mundo fuera mejor gracias a su literatura. Ernesto Sábato también afirmaba a menudo que creía en el hombre, “a pesar”, solía añadir, “de que estamos ante el animal más siniestro de la creación”. Y agregaba, “la vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil que cuando uno empieza a aprenderlo, hay que morirse”. Se quejaba, antes de morir, a sus casi cien años. ¡Qué hombre!
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

lunes, 2 de mayo de 2011

Entérate, no es lo mismo.

No es lo mismo la izquierda que la derecha, ni estar arriba o abajo en la escala social, ni ser rico ni ser pobre. Está muy claro el abismo que existe entre las prioridades del PSOE y del PP. Además es obvia la profunda diferencia de criterio que existe entre socialistas y populares sobre cómo funciona el mundo o debería funcionar. También viven en universos morales e intelectuales diferentes, tanto en nuestro país y como en cualquier otro país democrático. Por eso se hace muy difícil que gobierno y oposición se sienten a hablar en España, y cuando lo hacen resulta casi imposible llegar a un terreno común, a un punto intermedio. Pero, si esto pudo hacerse en la Transición, por qué no se puede hacer ahora. La respuesta para mi es obvia, eran otros tiempo, otras circunstancias y otros políticos. Ahora la derecha está obsesionada por llegar al poder, cree que le pertenece y quieren acceder a él como sea y al precio que sea. Por eso, no le importa esa temeraria falta de lealtad con su propio país cuando creen que es un estorbo para la conquista del poder. O ganan o revienta todo. La izquierda nunca debería imitar a la derecha, copiando su juego sucio para equilibrar la contienda, porque pueda dilapidar su patrimonio y sus valores. Al final lo que debe quedar claro para los ciudadanos es que siempre hay que elegir entre dos opciones, dos puntos de vista diferentes, dos valores, aunque haya gente tratando de confundirnos diciendo que todo es lo mismo, que todos son iguales. Hay que diferenciar. Sólo tenemos una forma de hacerlo, y se llama democracia. Los sondeos importantes en democracia son los del día de las elecciones. Por eso, las elecciones generales del 2012 son el momento para elegir clara y libremente sobre una y otra visión de la realidad.  
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

domingo, 1 de mayo de 2011

“Derecho a la intemperie”.

La sección española de Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que en nuestro país nueve millones de personas están indefensas ante una vulneración muy grave de sus derechos humanos. Así lo ha explicado el director de A.I. España, Esteban Beltrán, durante la presentación del último informe de la organización titulado “Derecho a la intemperie” y centrado en los “obstáculos para hacer valer los derechos económicos, sociales y culturales en España”. Beltrán ha expuesto que estos nueve millones de ciudadanos que viven bajo el umbral de la pobreza “están indefensos ante la violación de sus derechos humanos”, derechos como el acceso a la salud y la vivienda, en los que además, “se limita seriamente la posibilidad de ser reclamados ante la justicia y poder obtener reparación”. El informe denuncia que 180.000 ciudadanos españoles, enfermos mentales, no tienen acceso a la sanidad y están en el mayor de los desamparos. La ratio en España, de 6,1 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, impide que la sanidad sea para ellos un derecho fundamental cubierto. Lo mismo ocurre con el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada de conformidad con los principios rectores del artículo 47 de la Constitución Española. Para la Justicia este es un derecho de segunda categoría. La ejecución de las hipotecas -más de 271.000 en los últimos tres años- y los desarrollos urbanísticos salvajes han puesto de manifiesto que el derecho a la vivienda no tiene en España el mismo nivel que otros como la libertad de expresión, de reunión o de asociación, al no estar reconocido como un derecho fundamental. Por ello, son necesarias medidas legislativas que aborden este grave problema y protejan los derechos de cientos de miles de personas que pueden perder su vivienda o viven en precario en ellas. Una situación que además vulnera otros derechos constitucionales como el acceso a la información pública o a la tutela judicial efectiva, porque miles de personas son desalojadas forzosamente de sus viviendas o están en riesgo inminente de serlo sin que se les informe previamente, se les permita participar en decisiones que les afectan o sin ofrecerles alojamiento alternativo. Es decir, sin cumplir ninguna de las recomendaciones que el Relator de la ONU hizo a España sobre este asunto en el año 2008. Las denuncias de este informe tienen que hacernos tomar conciencia de la situación por la que están pasando millones de personas en nuestro país, y debe ser una llamada a la sociedad civil para continuar la lucha por el bienestar social y una mejor calidad de vida de los españoles. 
Ángel Luis Jiménez Rodriguez