lunes, 28 de febrero de 2011

¿Quiénes son ahora los luchadores por la libertad?

Los occidentales siempre hemos asumido como exclusivo el rol de luchadores por la libertad y la dignidad, pero que grande ha sido nuestra sorpresa ante el seísmo de los países del Magreb y de Oriente Próximo donde esos árabes que creíamos dóciles están escribiendo su propia historia. Poco espacio le están dejando a nuestro “histórico” derecho a meternos en sus asuntos. ¿Quién hubiera pensado que ese viejo impenitente y encogido de las cavernas saldría,  de pronto, deslumbrado por la luz de la libertad? Y esto no ha terminado, ya no van a quedarse contentos con una democracia con restricciones, quieren la versión real de la democracia, esa que nosotros hemos construido y cultivado con mucho cuidado y con algunos defectos, pero siempre  brillante. En Facebook, los grupos revolucionarios lo piden y lo  tienen como lema: “Cambio, Libertad y Democracia verdadera”.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

FELIZ DÍA DE ANDALUCÍA


Para los andaluces de todo el mundo,
aunque hayan nacido donde les dé la gana.

viernes, 25 de febrero de 2011

¿Es necesario un debate sobre la energía nuclear?

El día 15 de febrero, el Congreso de los Diputados ha aprobado definitivamente la Ley de Economía Sostenible (LES). El objetivo del Gobierno es sentar las bases para un modelo de desarrollo y crecimiento más sostenible de la economía española. Esta aprobación avala una enmienda de CIU y PNV en el Senado que permitirá alargar la vida de las centrales nucleares más de los 40 años actuales. Por eso, estamos en el mejor momento para iniciar en nuestro país un debate riguroso sobre la energía nuclear, y no seguir evitándolo más. Porque para  mantener una Europa unida no podemos tener posiciones divergentes, no podemos ser antinucleares de fronteras para dentro y no serlo de fronteras para fuera, sobre todo cuando la energía que compramos está producida por nucleares, pero eso sí de más allá de los Pirineos. Y sobre todo cuando sabemos, después de Chernóbil, que no hay fronteras para las emisiones radiactivas. Por eso, debemos replantearnos seriamente la cuestión de la energía nuclear y la producción de los elementos tecnológicos de enriquecimiento necesarios para que ningún país europeo se sienta radicalmente dependiente de otro. Aunque esta energía este muy cuestionada en todo el mundo, su proceso de implantación es imparable sobre todo con la crisis de oferta en materia energética a la que está abocada España -nuestro déficit comercial en 2010 subió más del 4% al dispararse la dependencia energética exterior que es del 80%- y Europa, y que difícilmente podremos evitar debido al crecimiento del consumo energético de China, India y América Latina. Así que si España, en particular, y la Unión Europea, en general, no son capaces de dar respuesta a sus desafíos energéticos y a sus necesidades de ser potencias económica-tecnológicas de primer orden, su modelo de cohesión social será insostenible. Felipe González, lo dice en su libro “Mi idea de Europa” de 2010: “Podemos estar orgulloso del modelo social europeo, pero si no tenemos con qué pagarlo habrá que renunciar a ese orgullo”.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 24 de febrero de 2011

¿Al PP les importan los parados?

Cada vez que escucho a los líderes del PP, especialmente a Rajoy, diciendo que tienen las soluciones para el paro, me pregunto: ¿Por qué no hacen públicas de inmediato estas soluciones? ¿Qué opinión les merece las soluciones de los planes de empleo surgidos del reciente Acuerdo Social y Económico? ¿Les parecen positivas, negativas o mejorables? ¿Entienden en el PP el drama que provoca, cada día, este problema en millones de personas? ¿O es que no les preocupa?  Si no contestan a estas preguntas y no hacen nada al respecto, creo que puede deberse a dos motivos. El primero, es que no tienen ni idea de cómo solucionar dicho problema, por lo que mienten para sacarle rentabilidad política. El segundo, es quizás todavía peor, que tengan posibles soluciones y no quieran explicarlas porque el remedio es peor que la enfermedad, y eso les haría perder votos y bajar en las encuestas. Como vemos, tanto en un caso como en otro, su forma de actuar es eminentemente electoralista y demuestra que la situación de los más de cuatro millones de parados no les preocupa en absoluto. Y eso para los ciudadanos, que esperan algo más de un partido con posibilidades de gobernar, puede ser todavía peor que las mentiras.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez   

martes, 22 de febrero de 2011

No es posible el olvido.

“Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener los ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están perfectamente equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la sociedad  como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad y luego la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero” (Juan Gelman).
La verdad es que el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 en nuestro país fue un levantamiento militar ilegal e ilegítimo contra un gobierno democráticamente elegido. El fracaso de ese golpe desencadenó una guerra civil, y en ella, se cometieron ejecuciones y asesinatos en ambos bandos.
La dictadura hizo cientos de exhumaciones en toda España para las víctimas franquistas de la Guerra Civil, pero las familias de los republicanos, en aquél entonces, ni siquiera podían nombrarlos, en muchos casos, ni siquiera vestirse de luto, como si ese crimen no hubiera ocurrido.
Terminada la guerra, el hecho más dramático de la dictadura fue la represión. Hoy día desconocemos  todavía el alcance de la misma debido al oscurantismo sobre las fuentes documentales, pero  sabemos que los decretos, bandos y órdenes de los militares fascistas ponen al descubierto la planificación de un tremendo genocidio.
Dicho esto, hay que tener claro que para fortalecer nuestra democracia y hacer justicia tenemos que poner en valor el proyecto político democrático de la II República, que defendían las víctimas del franquismo. No se trata sólo de recuperar los restos de las víctimas para entregarlas a las familias investigando las violaciones cometidas y, en el caso de que se reúnan suficientes pruebas admisibles, emprender acciones judiciales contra los presuntos responsables, sino de recuperar los valores de igualdad, fraternidad y solidaridad que portaban aquellos hombres y mujeres represaliados por el fascismo español.
Sin embargo, en este país ni podemos hablar de justicia  ni de reparación plena y efectiva a las víctimas y a sus familiares -con restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y garantías de no repetición-,  lo cual impide el final de nuestra transición, aunque todo el mundo la de por superada. Por eso, sin verdad, justicia y reparación nunca habrá olvido.
María José Jiménez Izquierdo

¿Es posible el olvido?

El continuo debate sobre el cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, -según la prensa, sólo en Murcia existen aún más de un centenar de calles con nombres franquistas- nos viene a demostrar que las heridas del franquismo todavía no están cerradas, que las reparaciones a los que sufrieron represión no están satisfechas, y que la sociedad no ha evolucionado tanto como para olvidarse de la locura del franquismo, aunque algunos lo quieran. El olvido no llegará hasta que no deje de polemizarse con los hechos ocurridos en la guerra civil y en el largo periodo de la posguerra, cuando consideremos esa locura histórica como un fenómeno ajeno a nosotros. Es decir, cuando esos hechos ya sean más historia que memoria. Ese día algo se habrá ganado, pero también algo se habrá perdido. Por eso, estoy en desacuerdo con la eliminación del Valle de los Caídos y de otros símbolos del franquismo, lo que hay que hacer es explicarlos. No se puede borrar ese pasado, que ha tenido tanta importancia en nuestra historia, porque difícilmente se puede construir una historia diferente si no se tiene en cuenta que existió y el mal que causó.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

domingo, 20 de febrero de 2011

ERES o no ERES.

En el tema de los ERES, Expedientes de Regulación de Empleo, con fondos de la Junta para mantener la actividad empresarial en zonas deprimidas, habría que distinguir el trigo de la paja o la verdad de la mentira, porque se confunde la parte con el todo. Desde 2001 a 2010, los 690 millones de euros utilizados por estos conceptos, no forman parte de un fondo de reptiles, ni de un reparto discrecional, como se dice, pues de las 6.000 personas que han recibido ayudas socio-laborales, sólo 39 son supuestos intrusos porque no trabajaron en las compañías objetos del ERE pero cobraron prejubilaciones. Así que son falsas las informaciones difundidas por el PP sobre la cuantía del fraude -de 700 a 1400 millones de euros-, sobre la falta del informe de la inspección de trabajo, sobre la cofinanciación por los fondos europeos o sobre la ilegalidad de los fondos, ya que fueron aprobados por el Parlamento Andaluz en los presupuestos anuales de la Junta de Andalucía. Ahora lo que procede es que los socialistas lo investiguen todo y se comprometan a depurar todas las responsabilidades políticas y penales -que las ha habido-, colaborando con la Justicia para que todo el peso de la ley caiga sobre los corruptos y mangantes. Y  lo que no podemos permitir es que el PP haya convertido el caso en una especie de causa general contra la Junta -se le nota demasiado las prisas para llegar al poder a cualquier precio-, confundiendo a la opinión pública con datos inexistentes o exagerados y dando la impresión de que el fraude afecta a todos los expedientes reguladores, hasta se ha tratado de encontrar una conexión con el despacho laborista de Felipe González, despacho que no existe hace cuarenta años. Así que, ya está bien de tanta calumnia, difamación y mentira para socavar al gobierno de la Junta y de tanta crispación artificiosa que no arregla, ni arreglará ningún problema de la sociedad andaluza. Al final, ese gigantesco fraude -según la prensa apocalíptica- se quedará en nada o casi nada. Ustedes lo verán.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

Fraudes viejos que se repiten.

En este país hasta los fraudes parecen viejos y con reminiscencia de la transición. Los medios de comunicación informan del estallido de la burbuja de Rumasa, no de la antigua Rumasa, sino de la Nueva, que utiliza las mismas malas prácticas mercantiles que la antigua para engañar a los incautos o avariciosos que invierten en ella. Esta gente debería haber sospechado de la promesa de unos tipos de interés fuera de mercado, del 8% en la primera emisión y del 10% en la última. La estrategia de la Nueva Rumasa era crecer rápido, comprando barato empresas en dificultades y con problemas, no para invertir en ellas, sino para venderlas y cubrir con su venta deudas de otras que eran deficitarias, o comprando el mayor número posible para poder así generar sinergias entre ellas. Ruiz-Mateo y sus empresas nunca han gozado de la confianza de los mercados, por eso, cuando estos dejaban de prestarle dinero por no cumplir con sus compromisos, utilizaba empresas propias como Carcesa -poseedora de marcas como Apis, Fruco y 72 referencias más-, que captaba recursos mediante la emisión de pagarés. Por este concepto ingresó 70 millones de euros que, junto a otros 25 propios de la empresa, prestó a varias empresas del grupo seguidamente. El resultado es que las tres fábricas de Carcesa en Extremadura tienen ahora su producción bajo mínimos por no poder pagar a sus proveedores. Sin embargo, lo crucial es saber si estamos ante una suspensión de pagos (concurso de acreedores) o ante un problema de liquidez. Porque si los productos de Nueva Rumasa desaparecen de supermercados y grandes superficies, por tener su producción en mínimos,  el daño puede ser irreparable, ya que se tarda mucho en construir una marca y muy poco en destruirla. Espero que esto sea el final de un sinvergüenza como Ruiz-Mateo, que estafa una y otra vez,  y que pueda salvarse algo de este desastre: aquellas empresas que son viables con otra gestión; las deudas con Hacienda y la Seguridad Social; los puestos y sueldos de los trabajadores; y los acreedores cuyas deudas están respaldadas por bienes materiales. Porque los propietarios de pagarés, que serán los últimos en cobrar si sobra algún dinero después de pagar a todos, no me preocupan tanto, pues jugaron y perdieron.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

sábado, 19 de febrero de 2011

Donde da la vuelta el aire.


Nací en el Campo de Gibraltar, donde da la vuelta el aire, y no, como decía Gonzalo Torrente Ballester, en una esquina de Salamanca. El aire forma parte importante de mi vida, hablamos sobre el levante o el “vientosur” como de turismo o de la industria local, hasta enlatamos y vendemos el aire del estrecho. El aire cuando está limpio, no nos hace sufrir o al menos, no padecen nuestros pulmones. Ahora, Ana Botella, concejala del Ayuntamiento de Madrid, equipara el aire con el desempleo, sobre todo, el aire sucio. Eso es una inmoralidad. No respirar bien o no tener futuro, parecen dramas paralelos, pero respirar creo -por lo menos para mí que sobrellevo el asma- es lo primero y principal. Así que, si se habla de aire, pues hablemos de aire y, si se habla del paro, hablemos del paro y de su oscuro futuro. Al final, los dos son problemas políticos, inclusive morales. Porque cuando la atmosfera es irrespirable algunos Ayuntamientos, como el de la concejala Ana Botella, esconden los instrumentos con los que se mide el tamaño del desastre, igual que se buscan falsos culpables al desempleo, cuando fue el neoliberalismo a ultranza el que propició una desregulación permanente que contribuyó al caos primero y a la crisis después, y que ahora no nos deja ni respirar.
María José Jiménez Izquierdo

viernes, 18 de febrero de 2011

Una reflexión necesaria.

La deslegitimación de la clase política es un viejo mensaje fascista. Hoy día es repetido por periodistas deleznables de la derecha española. Pero ni todo es corrupto, ni todo es mangoneo en la política y lo que nos jugamos en realidad, aunque parece no importar, es la credibilidad de nuestra normalidad jurídica y su representación legal, porque ni es tan infinita como parece, ni tan flexible como pudiéramos creer. Por eso, ese tsunami de insultos, grosería y cutrerío de tantos medios de comunicación -para que nombrarlos-, surgidos como setas al calor de la TDT y acogidos alegremente por el PP para hacer burla -con un lenguaje chulesco- de ministras como Bibiana Aido y Leire Pajín, tendrán su coste político. No se puede admitir que Cesar Vidal diga en la Razón: “La vida de esta desdichada mujer de Málaga -como la de tantas- ha sido segada por un delincuente repugnante, pero la culpa de que no haya recibido la protección adecuada recae sobre las Bibianas y las Leires y las demás miembras que difunden una ideología de resultados criminales, esas que creen que se puede reformar a un asesino potencial mediante un curso de igualdad”. Cuando escucho o leo estas cosas, de esos periodistas apocalípticos, me pregunto si el PP se da cuenta del efecto negativo que esa estrategia, jaleando o guardando un marrullero silencio sobre estas barbaridades y otras peores, produce en el conjunto del país. ¿Así se puede asegurar para el futuro el buen funcionamiento de la cosa pública? Creo que no, por eso no podemos permitir, por el bien de todos y de nuestra democracia, y aceptar que se prolongue por más tiempo este estado de cosas en España. ¿Qué hacer? Como mínimo, una reflexión es necesaria.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Hay una apuesta por la paz en el País Vasco?

La presentación por la nueva izquierda “aberzale” de la documentación en el Ministerio del Interior para legalizar un partido llamado Sortu, que dicen es heredero de Batasuna, nos exige como demócratas analizar este hecho desde el punto de vista socio-político, porque desde el punto de vista judicial, ya lo harán los jueces. Para analizarlo desde el punto de vista socio-político es importante tener en cuenta las condiciones de esta legalización, porque, primero, no podemos olvidar que hay que liberar de sus miedos e insensibilidad a la sociedad vasca, que ha vivido rehén de ETA. Segundo, hay que impedir que existan los medios que facilitan la llegada de nuevos jóvenes radicales a la militancia terrorista. Tercero, no puede haber impunidad histórica para los asesinatos de ETA, sobre todo, desde la instauración de la democracia en nuestro país hace 30 años, pues el dolor generado ha sido mucho. Y cuarto, las victimas tienen que poder cerrar sus duelos y tragedias con el calor, apoyo y solidaridad de la sociedad e instituciones vascas, una vez finalizada la violencia de ETA.
El comunicado de ETA del 10 de enero, que “proclamaba el alto el fuego permanente, general y verificable”, es posiblemente una avance hacia el fin de la violencia y una vía a la esperanza, pero después de tantos engaños, a la opinión pública, a la sociedad y a los partidos, estamos obligados a ser prudentes, muy prudentes. Sobre todo porque en la página web de Berria, el único periódico hoy en euskera, la mayoría de los comentarios de los internautas son de rechazo al comunicado de ETA y a los estatutos de Sortu, que ahora estudia Interior. Entre los argumentos más empleados están “es un paso atrás”, “con estas concesiones perdemos fuerza en la lucha por la independencia”, “es una humillación”, etc. Y es que uno no se convierte en demócrata de la noche a la mañana, y si lo hace la izquierda “aberzale” ahora es por necesidad y por presión social. Así que, como Sortu no ha cumplido todavía los requisitos para estar en las urnas, si no concurre a las próximas elecciones estaremos ante una buena oportunidad para comprobar lo decidida que es su apuesta por un sistema de convivencia y democracia -sin presiones radicales- en el País Vasco. Ante esta situación, debo terminar esta reflexión con una pregunta que nos hacemos los ciudadanos amantes de la paz: ¿Será el nacimiento de Sortu un punto de no retorno para la violencia en el País Vasco?
Ángel luis Jiménez Rodríguez

martes, 15 de febrero de 2011

El virus de la crisis.

El virus de la crisis, que estamos sufriendo, sigue mutando. La crisis de financiera pasó a ser económica, y ahora, es de deuda pública o soberana. En estos días, fue de alimentos, por el aumento del consumo en China e India, y de pronto se transformó en crisis social -hay carencias severas larvadas que serán fuente ahora y en el futuro de graves conflictos- con los explosivos acontecimientos de Túnez y Egipto. Esto demuestra la gran volatilidad de los mercados de valores locales, incluso en los más estables y prósperos países como son los de los jeques árabes del petróleo. Parece como si estuviéramos viviendo la decadencia del sistema, pero tranquilos que la historia no se acaba en dos días.
¿Otro mundo es posible? No me cabe la menor duda. Quién esperaba presenciar revoluciones en países árabes después de la descolonización. Y, sin embargo, ahí están los éxitos en Túnez y Egipto de la rebelión popular, en el sentido literal de la palabra pues han nacido del pueblo y  han dado una lección de dignidad al mundo. Esta llama democrática puede ser el inicio de una nueva era para los países de la región. Pero, no sabemos si estas revueltas populares con aspiraciones democráticas se extenderán a más países. Yo lo espero, pues la revolución egipcia es el resultado -en esta crisis-de las políticas económicas y sociales neoliberales y sus efectos miserables sobre los países. Y la levadura de esta vigorosa primavera egipcia, nacida en sus plazas y callejones, puede facilitar y ayudar a resolver en otros pueblos las enormes desigualdades existentes. Ya lo decía Bertolt Brecht: “Las revoluciones se producen en los callejones sin salida”.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

domingo, 13 de febrero de 2011

¿Zapatero o Rato?

En esta crisis, Zapatero ha sido acusado por el PP de ser un optimista antropológico al no reconocerla en su momento. Y ahora resulta que el que tenía orejeras era Rodrigo Rato, y eso que por ser su director gerente tenía todos los servicios del Fondo Monetario Internacional a su servicio. Decía en su época, -hoy en entredicho según el informe de auditoría de su mandato- que los mercados eran “sabios” y se bastaban para autorregularse y regenerarse. Y también afirmaba, unos días antes de la quiebra de la banca Lehman Brothers, que la crisis había sido contenida. Ahora, Álvaro Nadal, secretario de Economía del PP, nos dice que si en el mundo tuviésemos que criticar a todos los que no han sido capaces de anticipar la crisis nos quedábamos en cuadro. ¡Qué cara más dura! Entonces quién era el optimista, quién era el irresponsable, quién estaba ciego: ¿Zapatero o Rato?
Ángel Luis Jiménez Rodríguez

¿Políticos o funcionarios?

Existe un debate permanente en nuestro país sobre los sueldos y privilegios de la “clase política” que podría tener una fácil solución: ¿Por qué no hacemos funcionarios a los políticos?. Sin leyes nuevas y sólo revisando las ya existentes. En el fondo son funcionarios mientras dura su mandato, inclusive cotizan como tales en la Seguridad Social. Su régimen de incompatibilidades sería el propio de la función pública, sin más privilegios e inmunidades propias de otra época. Habría políticos para quienes los salarios y condiciones de funcionario supondrían un sacrificio personal, pero eso es la función política: un servicio desinteresado y no un negocio, como el que montan algunos. Ese cambio acabaría en parte con tantas corruptelas generalizadas y tanto debate absurdo. Sin embargo, todo esto es impensable sin la colaboración del PP que defiende -parece increíble en una democracia- que los sueldos de sus dirigentes son secretos.
María José Jiménez Izquierdo

viernes, 11 de febrero de 2011

Escuchando al juez Garzón.

El próximo lunes 14, en la sección de Eventos Especiales del festival de cine de Berlín, se proyectará “Escuchando al juez Garzón”, un documento explosivo de 84 minutos de duración, del que se grabaron más de seis horas, en la que se repasa la carrera de una de las personalidades más importante de la sociedad española actual. Su realizadora, Isabel Coixet, dice sobre el juez Garzón: “En medio de todo esto, describo a un juez que, a mi modo de ver, no ha hecho más que hacer su trabajo. Con rigor, con pasión y entusiasmo. Algo de lo que no andamos precisamente sobrados”. Posteriormente, este documental podrá verse en Internet en la web de cine indie (www.filmin.es). Hoy, el juez Garzón sigue a la espera, todavía, de fechas para los juicios correspondientes a los tres sumarios abiertos en el Tribunal Supremo. Algunas de sus respuestas en el documental nos ayudan a comprender más a la persona y el calvario por el que están pasando, y en el que le acompaña su familia. “Si quieren acabar conmigo que lo hagan, pero que no impliquen a mi familia, que no impliquen a mis amigos, porque están destruyendo a unos y a otros”. “Aquí lo que pasa es que ya no da miedo ser corrupto, porque lo eres y te siguen eligiendo”. “Combat 18, grupo de extrema derecha, dice en sus correos: Hay que liquidar a este juez que está investigando los crímenes del franquismo”. Y continua diciendo, “No es que me tenga que defender de las acusaciones, es que no sé cuáles son las acusaciones”. “¿Qué si me siento condenado? Hombre, sentirme condenando, sí; estar condenado, no. Son cosas diferentes”. “Nunca seré derrotado… sí te pueden hundir, claro, me pueden hacer perder la carrera… pero en mis principios y mis convicciones, en lo que yo siento que es la justicia, en mi defensa por lo que creo que es justo en la aplicación de la ley y de las víctimas no me van a derrotar jamás”. Ante estas respuestas, yo me pregunto: ¿Se quiere acabar con un modelo de juez autocrítico, denunciante de las deficiencias del sistema y que se enfrenta con valor y entereza a las presiones de los poderosos como el juez Garzón? Porque eso es lo que pretenden ese conjunto de medios que jalean desde la extrema derecha y desde la radicalidad y el fanatismo más absoluto que se vaya Garzón y los jueces que son como él. Por eso, ya es hora de buscar para nuestro país ese modelo de juez, que como decía el lord canciller Lyndhurst con el proverbial sentido de humor británico, caballeresco, con convicciones democráticas, una cierta dosis de valor y sentido común. Y si, además, tiene ciertos conocimientos de Derecho, siempre le será muy útil y le irá bien.

Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 10 de febrero de 2011

El principal problema del país.

Hoy, se ha publicado la encuesta del CIS del mes de Enero donde los españoles siguen viendo el paro (82,4% de los encuestados) como el principal problema del país. La fría estadística del desempleo, con una tasa del 20% y un paro juvenil del 40%, ocultan un inmenso panorama de sufrimientos y sueños rotos. El problema estriba en que los números nos dicen que el sufrimiento va a continuar hasta donde alcanza la vista. Por eso, cuando escucho a los políticos de la oposición o a numerosos medios de comunicación repetir el mantra: “La culpa la tiene el gobierno de Zapatero”, creo necesario analizar de forma profunda y rigurosa los factores que desencadenaron nuestra crisis para saber si la culpa de todo la tiene el Gobierno socialista. Varios son los factores y muchas las conclusiones a las que llegan los estudiosos de la economía. Primero, la Ley del Suelo del Gobierno de Aznar de 1998 convirtió a España en un solar en potencia, todo él edificable, excepto donde estaba prohibido. Segundo, la creación y explosión de la burbuja inmobiliaria -derivada de lo anterior- hundió el sector de la construcción residencial, se construyeron en diez años las viviendas de treinta. Tercero, los Bancos y, sobre todo, las Cajas de Ahorro facilitaron dicha burbuja al financiar de forma irresponsable demasiados proyectos inmobiliarios especulativos, gracias a los bajos tipos de interés existente en ese momento y a la posterior adopción del euro (en 2001), causa de que el dinero negro aflorara y se blanqueara en el sector inmobiliario. Cuarto, la formación de la burbuja fue producto de una historia inventada cuyo lema caló mucho entre la gente: “La vivienda es la mejor inversión, porque los precios nunca caerán”. Quinto, desde 1995 al 2007, la segmentación del mercado de trabajo entre contratos temporales e indefinidos creó mucho empleo precario de baja productividad, que fue destruido durante la crisis y posterior recesión provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria. Sexto, con una caída del PIB similar en España y Francia, el empleo se desplomó el doble en España, demostrando, una vez más, que las empresas son proclives a realizar contratos temporales porque no tiene ningún interés en retener a sus trabajadores. Séptimo, todos estos factores internos, la mayoría fuera de la responsabilidad del Gobierno, han tenido un papel mucho mayor sobre la crisis que las perturbaciones externas, que también han sido muchas. En suma, la crisis financiera internacional llegó a España tras el desplome del ladrillo, que es el verdadero causante de nuestros males actuales y, sobre todo, del paro. Así que hasta que la construcción deje de caer y el ahorro deje de aumentar no tendremos recuperación económica y empleo. Y eso parece que ya está empezando a suceder con este Gobierno de Zapatero.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

domingo, 6 de febrero de 2011

Andalucía, una fuerza de cohesión para España.

José Mª Aznar, ex presidente del Gobierno, ha vuelto a los escenarios -nunca se fue- reclamando, por tercera vez en un mes, un nuevo modelo de Estado en aras de la competitividad. La primera fue en León, en un acto del PP, donde afirmó que las autonomías eran inviables, política y económicamente. La segunda en la convención del partido en Sevilla donde acusó al Gobierno de llevar el sistema autonómico al borde del precipicio. La tercera -no será la última-, el 31 de enero en Madrid, en la presentación de un estudio sobre la viabilidad del Estado autonómico de la fundación que preside FAES (¿Falange Española? Si no lo es se le parece). Y en la que Aznar defendió la reforma del modelo para resolver los problemas que tienen las comunidades autónomas. Este discurso de Aznar, falaz, estéril y exagerado, no es sino el resultado de la insuficiencia de sus planteamientos, cuando no de la demagogia, porque ni España está “en estado de disolución”, ni estamos “al límite de un Estado constitucionalmente fallido”, como dice. Y mucho menos que es “inviable” o “marginal”. La realidad política e histórica es justamente la contraria. Tras treinta años de democracia el único modelo inviable para nuestro país sería un Estado sin autonomías. En la historia de España, autonomía territorial y democracia son dos caras de la misma moneda, como centralismo y dictadura fueron también las dos caras de la misma moneda, pero eso parece que no les importa a los del PP. Así que no hay, por tanto, ningún motivo real, político o jurídico para replantear el Estado de las autonomías, cuya impronta es irreversible dado su anclaje en la ciudadanía, a no ser que se quiera la demolición pura y dura de nuestro Estado autonómico. Otra cosa es asegurar, en un Estado compuesto y complejo como el nuestro, la máxima funcionalidad en la toma de decisiones durante la crisis actual. Eso se hace fortaleciendo la cooperación institucional y cumpliendo, las autonomías, los deberes de austeridad, reducción del déficit y respeto de las normas. Hoy, las normas existentes son suficientes, pero conviene ampliar, por necesaria, la cooperación entre Gobierno y Autonomías, y así ganar la batalla de la crisis y del futuro. En esta reflexión, no me puedo olvidar de los nacionalistas partidarios de la refundación del modelo autonómico sobre la base de sólo dos autonomías, País Vasco y Cataluña, y, si acaso, de Galicia, porque eso sería como darle la razón a Aznar. Hay que tener muy claro que en España ya no se pueden tomar decisiones que afecten a los fundamentos de la convivencia sin contar con la voluntad de Andalucía y de las demás Comunidades autónomas. Andalucía no es el territorio postrado que fue tiempos atrás. Andalucía ha demostrado vía referéndum su voluntad de autogobierno, permitido por la Constitución. Pero esto ya lo decía Don Niceto Alcalá Zamora, en 1914, en el Ateneo de Sevilla “Andalucía tiene que representar por su tradición, por su deber, por su carácter, una fuerza de cohesión para España”.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez

jueves, 3 de febrero de 2011

El éxtasis material.

El autor Jean-Marie G. Le Clézio, premio nobel de literatura del 2008, en su ensayo “El éxtasis material” trata sobre la fulgurante realidad de la materia y sobre la identificación absoluta del cuerpo con el ser. Este ensayo, que pude leerse como una narración sobre las verdades más elementales de la vida, es una profunda reflexión sobre la vida y la muerte, sobre el viaje que es la vida hacia la materia, esa materia de la que surgió también la vida. El ensayo se inicia con una obertura casi musical, llena de sustancia reflexiva, y versa sobre el antes de nacer: “Ese momento prodigioso, vasto como el universo y tremendamente silencioso, que precede a nuestro nacimiento, cuando aún éramos parte no identificable de la materia, cuando aún no habíamos caído en la tentación de nacer y  existir”. Y concluye este hondo y a la vez lirico texto de 336 páginas con un fragmento que forma parte de la misma reflexión anterior: “Sin saberlo, sin luchar y lo he deseado, he comenzado el largo viaje de regreso al silencio, hacia la materia múltiple, hacia la calma terrible; y sin comprenderlo, pero estando seguro de lo que hago, he empezado el largo viaje religiosos que, sin duda, jamás terminará”. Tras la lectura del ensayo, me pregunto: ¿Termina alguna vez el viaje de la materia? ¿Cuándo la materia se convierte en luz o en tiniebla y deja de ser materia? ¿A partir de qué momento podemos identificar el cuerpo con el ser?  Y muchas más…., pero mejor lo dejo aquí, porque hoy hemos enterrado en Algeciras a mi madre con 98 años. El consuelo para sus hijos y familia es que las personas que han sido queridas nunca mueren, aunque la materia se transforme o muera.
Ángel Luis Jiménez Rodriguez